
Las consecuencias humanas, ambientales y económicas del cambio climático son negativas, pero no irreversibles. Si hacemos de la ciencia una prioridad, podemos definir un camino más sostenible y resiliente a seguir.
Mediante su Estrategia 2020-2025, la Alianza definió cómo impulsar y acelerar el impacto en la acción climática, aportando soluciones racionales e inclusivas.
En colaboración con actores clave, nuestro trabajo para afrontar el cambio climático convoca, desarrolla y aplica principios científicos en la adaptación y mitigación del cambio climático, adoptando enfoques de sistemas alimentarios y de tierras.
Además, liderando soluciones científicas, inclusivas y de gran impacto, estamos garantizando un mejor acceso a finanzas públicas y privadas, políticas favorables e impulsando cambios institucionales que produzcan inversiones oportunas para abordar satisfactoriamente el alarmante problema del cambio climático.