Los forrajes engloban una amplia gama de plantas, incluyendo gramíneas, leguminosas y otras variedades, destinadas a constituir una fuente de alimento nutritivo para los animales. Estos forrajes pueden suministrarse en diversas formas, como verdes, secos o transformados en heno, ensilado o rastrojo. Se cultivan, se recolectan o se dejan crecer en regiones específicas y en zonas tropicales de todo el mundo.
Para los agricultores de regiones tropicales, los forrajes pueden constituir una fuente fiable y nutritiva de alimento para su ganado, mejorando su salud y productividad, lo que se traduce en mayores ingresos y mejores medios de vida. Además, los forrajes tropicales proporcionan múltiples beneficios a los ecosistemas, como la mitigación del cambio climático, la mejora de la fertilidad del suelo, la reversión de la degradación de la tierra, la mejora de la biodiversidad y la optimización del uso de los recursos, entre otras cosas. Los forrajes tropicales suelen estar adaptados a múltiples tensiones y pueden mejorar la resiliencia incluso en entornos con más restricciones. Al ser el cultivo con mayor extensión en superficie, la mejora de los forrajes es fundamental para reducir la tierra y otros recursos destinados a la producción ganadera por superficie y transformar el rendimiento de los sistemas en las interacciones entre cultivos, ganado y árboles.
Los investigadores están interesados en los forrajes tropicales debido a su potencial para mejorar la productividad ganadera, aumentar el rendimiento de los sistemas, la resiliencia y maximizar los beneficios de los ecosistemas y los medios de subsistencia. A través de la investigación, se desarrollan nuevas y mejores variedades de forrajes tropicales que son más tolerantes a una variedad de estreses abióticos y bióticos. El aumento de escala es una parte clave del trabajo en forrajes tropicales de la Alianza, a través de interacciones con una amplia gama de socios que conducen a sistemas de cultivos y ganado más eficientes y sostenibles, lo que lleva a mayores rendimientos, menores costes de producción y beneficios para los ecosistemas.
La investigación de la Alianza sobre forrajes tropicales aborda los desafíos a los que se enfrenta la producción ganadera en particular y los sistemas de cultivos, ganado y árboles en las regiones tropicales y, en vista del cambio climático, cada vez más allá.
En 1967, junto con la fundación del Centro Internacional de Agricultura Tropical, el equipo de diseño dirigido por Loy Crowder propuso el Programa de Investigación y Capacitación en Pastos y Ganadería.
En 1977, la colección de germoplasma contaba con unas 3.000 accesiones de forrajes. En 1979, cambió su nombre por el de programa de pastos tropicales, al tiempo que se eliminaban otras investigaciones ganaderas en sanidad animal.
En 1988, los trabajos de mejoramiento se centraron en los pastos interespecíficos Urochloa (syn Brachiaria), es decir U. brizantha*U. decumbens*U. ruziziensis.
En 1991, los trabajos del programa hicieron hincapié en la caracterización, evaluación y selección de especies y cultivares de gramíneas y leguminosas adecuados para los suelos ácidos de las sabanas. Además del trabajo en América Latina, el programa inició esfuerzos de investigación en el sudeste asiático.
En 1992, el programa cambió su nombre por el de Programa de Forrajes Tropicales.
Los forrajes tropicales son una importante fuente de alimento para el ganado en las regiones tropicales del mundo y tienen múltiples funciones en la sostenibilidad y resiliencia de los sistemas de cultivos, ganado y árboles.
Sin embargo, muchos de estos forrajes no pueden producir alimentos de alta calidad y productividad durante todo el año y a veces no son tolerantes a las plagas y enfermedades existentes y emergentes, lo que limita su uso y reduce la productividad del ganado en la región. Además, la expansión de la producción ganadera suele ir asociada a efectos negativos sobre el medio ambiente, como factor que contribuye a la deforestación, las emisiones de gases de efecto invernadero y la degradación del suelo.
Nuestra investigación está dirigida a mejorar la productividad, sostenibilidad y resiliencia de los cultivos, árboles y ganadería en el trópico, al tiempo que se reducen o revierten los impactos negativos sobre el medio ambiente. El programa se centra en la selección y/o mejora de forrajes tropicales nutritivos, altamente productivos y adaptados a diferentes estreses bióticos y abióticos. Además, el programa trabaja en la promoción e implementación de principios de agricultura sostenible y agricultura regenerativa a través de la integración de forrajes tropicales mejorados en sistemas equitativos y multifuncionales.
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