Blog Apostando por la biodiversidad: la conservación empieza por las semillas

2024 es un año histórico para la biodiversidad. En vísperas de la COP16 en Cali, estamos llamados a encontrar soluciones para proteger y utilizar de forma sostenible la agrobiodiversidad. La conservación de los cultivos empieza por las semillas. En todo el mundo, investigadores y comunidades agrícolas colaboran para recoger, guardar y compartir semillas: en bancos de semillas y genes. 

A continuación, le invitamos a explorar estudios de caso de todo el mundo sobre los esfuerzos para salvar y utilizar de forma sostenible la agrobiodiversidad.

Bancos de semillas comunitarios

Desde un comienzo tan sencillo como el de un agricultor que recoge las semillas de una planta de calabaza particularmente resistente y las comparte con su vecino, un banco de semillas puede convertirse en una organización local y un sistema de apoyo a los agricultores. Si se mantienen bien, estas colecciones pueden ser una red de seguridad de fácil acceso y adaptada a las condiciones locales en tiempos de inundaciones, sequías, enfermedades o plagas.

"Los bancos de semillas comunitarios de Kenia y Uganda ponen diversas semillas – incluidas las de cultivos clave para la seguridad alimentaria como el sorgo y el mijo – al alcance de miles de agricultores, especialmente mujeres." - Gloria Otieno, científica de la Alianza.

 

Bancos genéticos

La conservación ex situ – como la ultracongelación de semillas en nitrógeno líquido a 196C – permite conservar a largo plazo el material fitogenético que puede resistir los impactos y alteraciones que se producen en las fincas. También permite a los científicos comparar muestras de todo el mundo e identificar rasgos prometedores que podrían hacer frente a los retos a nivel de comunidad. 

La Alianza mantiene dos bancos de genes, en Bélgica y Colombia, que actúan como reservas vivas de los diversos recursos fitogenéticos del mundo. En Lovaina, el International Musa Transit Center investiga la colección mundial de banano; mientras que en Cali, el centro de investigación y educación Semillas del Futuro salvaguarda colecciones de frijoles, forrajes tropicales y yuca. En ambos casos, la diversidad fitogenética se estudia y distribuye en función de su potencial para ayudar a los agricultores a adaptarse a condiciones cambiantes.

Esto es posible gracias a la colaboración con socios de todo el mundo; por ejemplo, un acuerdo con el Crop Trust ha reforzado aún más la capacidad de la Alianza para mantener más de 66.000 muestras de semillas.

Más recientemente, un nuevo banco de semillas en Bélgica mostrará el papel de las distintas variedades de la fruta favorita del mundo – el plátano – para garantizar su supervivencia, a pesar de los impactos del cambio climático, las plagas y las enfermedades en la producción.

Otras formas en que estas colecciones llegan a las comunidades incluyen la lucha contra la malnutrición y los virus de las plantas.

Aumentando la nutrición de forma natural con bananos ricos en vitamina A

La lucha contra la enfermedad de la yuca desde Colombia a Laos

Combinados, estos esfuerzos para conservar semillas y material vegetal – tanto dentro como fuera de las fincas – están contribuyendo a unos sistemas alimentarios más resilientes y sostenibles, y a la consecución de los objetivos mundiales sobre biodiversidad.

Preguntas frecuentes sobre Banca para la biodiversidad: la conservación empieza por las semillas

1. ¿Cómo se protegen las semillas en los bancos de semillas comunitarios y los bancos de germoplasma de la erosión genética o la contaminación a lo largo del tiempo?  

Las semillas en los bancos de semillas comunitarios y los bancos de germoplasma están protegidas de la erosión genética o la contaminación mediante una combinación de prácticas de recolección meticulosas, entornos de almacenamiento controlados y protocolos rigurosos de monitoreo. En los bancos de semillas comunitarios, las semillas suelen almacenarse en condiciones frescas y secas, y se regeneran periódicamente para mantener su integridad genética. En los bancos de germoplasma, técnicas avanzadas como la crioconservación – en la que las semillas se almacenan a temperaturas muy bajas utilizando nitrógeno líquido – ayudan a prevenir la degradación genética durante largos periodos. Estos bancos también implementan estrictas medidas de prevención de la contaminación, como procedimientos de manipulación estéril y aislamiento de muestras, para garantizar la pureza del material genético. 

2. ¿Qué formación o recursos específicos se proporcionan a las comunidades que desean establecer sus propios bancos de semillas, y cómo pueden acceder a estos materiales?  

Las comunidades que deseen establecer sus propios bancos de semillas pueden recibir una amplia formación y recursos de organizaciones como la Alianza de Bioversity International y el CIAT. Estos recursos incluyen manuales disponibles en varios idiomas que detallan las mejores prácticas para la recolección, el almacenamiento y el manejo de semillas. La formación incluye talleres prácticos y proyectos colaborativos en los que los miembros de la comunidad aprenden directamente de expertos y profesionales experimentados. El acceso a estos materiales y las oportunidades de formación suelen obtenerse a través de asociaciones con organizaciones agrarias, ONG o directamente de iniciativas dirigidas por la Alianza, que también ofrece recursos en línea y redes de apoyo. 

3. ¿Cuáles son los principales retos y limitaciones a los que se enfrentan los bancos de semillas comunitarios y los bancos de germoplasma, y cómo se están abordando?

Los principales retos a los que se enfrentan los bancos de semillas comunitarios y los bancos de germoplasma incluyen limitaciones de financiación, impactos climáticos y mantenimiento de las instalaciones. Los bancos de semillas comunitarios a menudo luchan con recursos financieros limitados, lo que dificulta la inversión en infraestructura y equipos de almacenamiento adecuados. El cambio climático supone una importante amenaza para estas instalaciones, ya que las condiciones meteorológicas extremas pueden afectar las reservas de semillas y las labores de recolección. Los bancos de germoplasma, aunque más equipados tecnológicamente, se enfrentan a retos relacionados con los elevados costos de las tecnologías avanzadas de almacenamiento y la necesidad de financiación continua para mantener sus operaciones. Para hacer frente a estos retos, tanto los bancos comunitarios y como los de genes en todo el mundo colaboran cada vez más con organizaciones internacionales, gobiernos y socios del sector privado para conseguir apoyo financiero, mejorar su infraestructura y aumentar su resiliencia frente a los impactos climáticos.