Informe Anual 2023 Innovaciones y ecosistemas digitales

Un ejemplo destacado de nuestra innovación digital es el uso de datos generados por los agricultores en nuestro proyecto 1000FARMS, en el que agricultores africanos participan en ensayos prácticos con diversas variedades de cultivos, poniendo a prueba su resiliencia a climas, suelos y plagas locales. Los agricultores participan como científicos ciudadanos, y la recolección de datos se ve facilitada por la plataforma digital ClimMob, desarrollada por la Alianza y sus socios. Los datos de los agricultores permiten a los investigadores identificar qué variedades prosperan mejor en condiciones específicas, lo que proporciona información crucial para los programas de mejoramiento genético. 

Los agricultores que participan en el proyecto no solo obtienen acceso a un diverso rango de semillas, sino que también contribuyen a un creciente cuerpo de conocimientos sobre la adaptación de los cultivos. Este esfuerzo colaborativo aumenta la resiliencia y adaptabilidad de los productores, incrementando su capacidad para resistir las incertidumbres del cambio climático y otros factores de estrés medioambiental. En 2023, el trabajo de la Alianza con la ciencia ciudadana benefició a más de 150.000 agricultores en más de 20 países, trabajando con más de 20 cultivos.

¿Sabías que los agricultores están aumentando la resiliencia de los cultivos gracias a la inteligencia artificial? Aunque la IA se convirtió en un tema relevante en 2023, llevamos años trabajando con el aprendizaje automático para impulsar el fitomejoramiento en las fincas de manera rápida. En parcelas de prueba afuera de la recién renovada oficina de la Alianza en Tanzania, nuestro proyecto Artemis está perfeccionando herramientas de fenotipado basadas en IA para su uso en smartphones comunes y accesibles. 

La Alianza está colaborando con Google para desarrollar modelos de base específicos para plantas, que reduzcan los requisitos técnicos para que los programas de mejoramiento desarrollen sus propios modelos de fenotipado de visión por ordenador. Esto abrirá oportunidades adicionales para la innovación en torno al uso de soluciones de visión por ordenador, más allá del fitomejoramiento.

"Los teléfonos móviles ofrecen posibilidades impresionantes para recopilar datos de cultivos en las fincas, lo que permite a los programas de mejoramiento con pocos recursos acceder a tecnología y conocimientos de vanguardia."

Las herramientas digitales innovadoras nos han permitido lograr grandes avances en la gestión sostenible de los recursos hídricos y la fertilidad del suelo. En Honduras, la adopción generalizada de la Plataforma Agua de Honduras por parte de las instituciones nacionales ha desempeñado un papel fundamental a la hora de capacitar a las comunidades para planificar el uso sostenible del agua, orientar los esfuerzos en la conservación de la tierra y ayudar en la gestión de riesgos, incluida la reubicación adecuada de las comunidades afectadas por las inundaciones.

En Honduras y Colombia también hemos aplicado herramientas digitales a la gestión de la fertilidad del suelo. Esto ha llevado al desarrollo del Mapa Digital de Fertilidad de Honduras, que proporcionará la base para la gestión del suelo agrícola y la eficiencia de la fertilización, mientras que en Colombia, una próxima aplicación ayudará a los extensionistas a tomar decisiones informadas sobre el uso de la fertilización y la estimación de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con diferentes opciones de fertilización.

Otra forma en que hemos utilizado las herramientas digitales para aumentar la resiliencia es mediante el crowdsourcing de lo que la gente está consumiendo, primero en Ruanda y más recientemente en Guatemala. Los datos de alta frecuencia recogidos mediante encuestas por teléfono móvil permiten a los responsables de las políticas sanitarias monitorear de cerca la calidad de la dieta, lo que les permite comprender las tendencias nutricionales y proporcionar el apoyo necesario a las comunidades vulnerables.

Mientras tanto, en Guatemala hemos ayudado a establecer un Parcela Agrícola Digital – un proyecto visionario que surgió de los esfuerzos colaborativos tras el programa de diplomado "Agricultura Digital", impartido por la Alianza en el Centro Universitario de Oriente en Chiquimula. Esta región, conocida por su desafiante corredor seco, se beneficia ahora de una parcela tecnológicamente equipada que sirve de laboratorio vivo. Cuenta con sensores in situ y estaciones meteorológicas, que proporcionan valiosos datos sobre el clima y las condiciones del suelo adaptados a las necesidades agrícolas locales.

Tanto las herramientas de control de la calidad de la dieta como la parcela digital utilizan análisis avanzados y enfoques de diseño centrados en el ser humano. Esta integración tiene como objetivo alinearse estrechamente con los desafíos de la vida real a los que se enfrentan las comunidades locales, garantizando que las herramientas desarrolladas se dirijan eficazmente a las necesidades de los usuarios.

En 2023, la Alianza también abordó las brechas de alfabetización digital entre los profesionales, ampliando el programa de Diplomado en Agricultura Digital con el fin de incluir a los profesores. Esto garantiza que los educadores estén bien equipados para difundir el conocimiento agrícola digital, amplificando así el impacto a través de estudiantes capacitados.

Estas iniciativas de investigación y educación se extienden más allá de Guatemala. En Colombia, la Alianza colabora con la Universidad ICESI para ofrecer un diplomado en Agricultura Digital. Este esfuerzo educativo se enmarca en una iniciativa más amplia dentro del proyecto Iniciativas climáticamente inteligentes para la adaptación al cambio climático y la sostenibilidad en sistemas productivos agropecuarios priorizados en Colombia (CSICAP), el cual busca modernizar el sistema de extensión agropecuaria a través de herramientas digitales e inteligencia artificial, dirigiéndose a más de 2.000 técnicos y llegando a más de 120.000 agricultores.

Por último, la Alianza ha respaldado la aplicación de tecnologías de vanguardia en productos de cultivos de alto valor, destacando la necesidad de incorporar análisis avanzados e inteligencia artificial en la investigación agrícola. Estas tecnologías no solo se centran en aumentar los rendimientos agrícolas, sino también en garantizar la prosperidad rural y la sostenibilidad del uso de la tierra.