Integrar el género y la interseccionalidad en la investigación sobre pérdidas postcosecha ayuda a reducir el impacto económico y social negativo
Blog
- Actualmente, las pérdidas postcosecha en los sistemas alimentarios se sitúan en torno al 25 por ciento de media en todo el mundo, lo que reduce la disponibilidad de alimentos y aumenta la inseguridad alimentaria.
- La participación de las mujeres en el procesamiento postcosecha es de casi el 50%, pero su papel está infravalorado.
- Las tecnologías adecuadas pueden reducir las pérdidas. Pero si se desarrollan e introducen de forma que no tengan en cuenta las cuestiones de género, las tecnologías pueden ampliar estas brechas y otras desigualdades sociales.
- Hay una necesidad urgente de recopilar datos desglosados por sexo sobre las pérdidas posteriores a la cosecha para informar sobre cómo desarrollamos la tecnología apropiada y otras innovaciones facilitadoras.
Las mujeres pueden reducir las pérdidas postcosecha, pero no son responsables de todos los procesos postcosecha
Las pérdidas de alimentos tras la cosecha ponen en peligro los sistemas alimentarios, especialmente en los países de ingresos bajos y medios. Limitan la disponibilidad de alimentos y dietas nutritivas, al tiempo que aumentan los precios de los alimentos. También aumentan la carga medioambiental, contribuyendo al cambio climático.
En los últimos años, varios estudios de caso han demostrado que la reducción de las pérdidas poscosecha (PPS) debe abordarse desde perspectivas tanto técnicas como sociales. Este doble enfoque también es necesario debido a los bajos niveles de adopción de tecnologías postcosecha, especialmente por parte de las mujeres.
Para saber más


