EL CIAT apoya el proceso de rehabilitación de zonas afectadas en el Perú

EL CIAT apoya el proceso de rehabilitación de zonas afectadas en el Perú

En el cuento de Jack y los Frijoles Mágicos, tres pequeños fríjoles generan una reacción en cadena que motiva a un niño a enfrentarse valientemente ante un gigante. En recompensa, éste gana riquezas que dan solución a los problemas de hambre y pobreza de su familia.

En el Perú, los estragos del cambio climático son un gigante al cual debe enfrentarse el país. En el 2017, el fenómeno del Niño ocasiono un total de 362 Huaicos (desbordamientos de aguas superficiales que se convierten en avalanchas de lodo y rocas). Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), 13 provincias fueron afectadas en todo el país, con un total estimado de casi 200 mil viviendas destruidas.

El Perú es reconocido por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como un país particularmente vulnerable al cambio climático. Se estima que un 72% de los desastres naturales son causados por cambios en las precipitaciones, los cuales son exacerbados por el fenómeno natural de ‘El Niño’ y los impactos antropogénicos en el medio ambiente y los ecosistemas. Desafortunadamente, la incidencia en las emergencias naturales ha venido en aumento durante los últimos años con graves episodios de inundaciones, deslizamientos, sequias y lluvias extremas.

Entre las áreas afectadas, un aproximado de 8 a 10 mil hectáreas de campos agrícolas y sus productores se han visto perjudicados. Sin embargo, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), junto con el Instituto Nacional de Innovación Agrícola (INIA) están haciendo de esta adversidad una oportunidad. El Ministerio ha creado un plan de “siembras temporales” aprovechando los suelos humedecidos en zonas fértiles. A través de este plan se espera producir un ingreso y fuente de alimento rápido para apoyar a los pequeños productores que lo han perdido todo.

Es así como la Oficina de Cooperación Internacional (OCOPI) del Ministerio de Agricultura se acercó al CIAT buscando apoyo con el proceso de rehabilitación de zonas con potencial agrícola afectadas. Con este fin, y cumpliendo con nuestro mandato, el CIAT ha donado de forma simbólica tres variedades de semillas de frijol (Phaseolus vulgaris) mejoradas y biofortificadas para su evaluación agroecológica, reproducción y difusión.

A pesar de las dificultades para la transferencia de materiales genéticos entre países, de forma solidaria con el pueblo peruano y con nuestros aliados y amigos en MINAGRI, esperamos que esta pequeña contribución de semillas se convierta en un grande aporte en los actuales y futuros procesos de rehabilitación en el país.

Al igual que Jack y el gigante, algunas semillas pueden dar solución a muchos pequeños productores en el Perú, fortaleciéndolos y haciéndolos más resilientes al afrontar los impactos negativos de un gigante como lo es el cambio climático.