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Tortillas en el comal: los sistemas de maíz y fríjol de América Central y el cambio climático

El maíz y el fríjol son un componente vital de las dietas alimenticias de los humanos y la cultura en América Central. Más de un millón de familias de pequeños agricultores siembran estos cultivos para su subsistencia y producen el 70% del maíz y 100% del fríjol que se consume localmente. Sin embargo, los rendimientos promedio son bajos —1.5 t/ha para maíz y 0.7 t/ha para fríjol — en las cerca de 2.5 millones de hectáreas de tierra sembradas con estos cultivos (40% del área total cosechada) en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En los próximos años, el cambio climático junto con la degradación del suelo, la pobreza generalizada y el acceso limitado de la población rural a servicios e infraestructura plantearán obstáculos desafiantes para la producción. Para el 2025, estas presiones podrían producir pérdidas anuales totales de la producción de maíz y fríjol en los cuatro países de alrededor de 350.000 t — con un valor bruto de producción cercano a US$120 millones. Para detener esta amenaza para la seguridad alimentaria de alrededor de 100.000 hogares, se deben desarrollar unas estrategias de adaptación efectivas en colaboración con los interesados directos de las
cadenas de valor del maíz y el fríjol. Estas estrategias requieren un apoyo público firme y deben aprovechar tanto el conocimiento científico como el saber de las comunidades.