Brief

Priorizando portafolios de inversión en Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC) en Guatemala

El Corredor Seco en Centroamérica ha sido afectado por la recurrencia de graves sequías en los últimos dos años, que afectan especialmente la producción de maíz y frijol, amenazando la seguridad alimentaria y nutricional de aproximadamente 2.5 millones de personas en la región. Más del 50% de la población afectada practica agricultura de subsistencia y se encuentran en las zonas central, no-reste y noroeste de Guatemala. En estas regiones, la sequía prolongada en 2014 dio lugar a pérdidas de alrededor del 70% en la cosecha de frijol (equivalentes a 70.000 toneladas) y 80% en maíz (200.000 toneladas), en comparación con los rendimientos de 2013. Estas pérdidas fueron avaluadas en US$ 58 millones y han tenido consecuencias importantes sobre las reservas de alimentos locales y regionales, la nutrición y la salud de las personas, así como el acceso al agua potable. Se ha estimado que alrededor de 275,000 familias se han visto afectadas por la falta de lluvias en el Corredor Seco de Guatemala durante el 2014 (UNOCHA, 2014).

Estos acontecimientos han puesto de relieve la necesidad urgente de estrategias a corto plazo que pueden ayudar a las familias afectadas, pero a su vez de una visión de mediano y largo plazo que ayude a incrementar la resiliencia de los productores a eventos climáticos extremos e inesperados. La visión tendría que incorporar variables climáticas (tales como los cambios en los patrones de lluvia) en la planificación agrícola y otras intervenciones de desarrollo, dado que el sector agropecuario es uno de los mayores contribuyentes a la economía del país.