Mejoramiento de frijol voluble en la zona andina: Problemas, logros y perspectivas
Con las excepciones de Bolivia y Venezuela, más del 60 por ciento de la superficie dedicada al frijol, se localiza en el área serrana. El cultivo se realiza bajo condiciones de secano, generalmente en terrenos de ladera en asociación con maíz (Lépiz, 1994). En el Perú, el 37 por ciento del área cultivada con fréjol está en la sierra y en Ecuador el 84 por ciento. La mayor superficie de fréjol voluble en la Zona Andina está situada de 2000 a 2800 msnm (Broers, 1994; INIAP, 1994 y 1995; Tobón, 1992). El promedio de rendimiento, de los dos países no sobrepasa los 300 kg/ha, por problemas que son comunes en la Zona Andina como: falta de uso y disponibilidad de semilla de buena calidad, variedades locales tardías, agresivas y susceptibles a enfermedades (Broers, 1994; Peralta et al., 1994, Tobón, 1992). Por lo anterior los programas nacionales de leguminosas de Ecuador, Perú y Bolivia, con el apoyo técnico y científico de CIAT-PROFRIZA, entre los años 1989 a 1996, han evaluado germoplasma nacional e introducido. El propósito fue identificar líneas y variedades que vinieran a resolver o a mitigar algunos de los problemas de producción relacionados con las variedades tradicionales (INIAP 1991, 1992, 1993, 1994, 1995; Lépiz, 1994, 1996). Durante este periodo se liberaron cinco nuevas variedades mejoradas de frijoles volubles, tres en el Perú, Kori Inti, INIAA Cajabamba e INIAA Puebla. En Ecuador se entregó a los productores las variedades INIAP 412 Toa e INIAP 416 Canario (Lépiz, 1996). Además de las variedades, se identificaron líneas con buena adaptación en la Zona Andina, las mismas que pueden usarse como padres en futuros cruzamientos para el mejoramiento de frejoles volubes en la Zona Andina (Lépiz, 1991-1992, 1993, 1994, 1995). (RA)