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Caficultura y cambio climático en Nicaragua: Refexiones sobre el papel de las políticas públicas y las cooperativas

En Nicaragua el café ocupa el tercer lugar de la superficie cultivada (11%) y, después del maíz y del frijol, es el rubro agrícola que más contribuye al PIB (10%). El 96% de las fincas cafetaleras están en manos de pequeños productores (menos de 20 manzanas1), los cuales representan un 50% del área cultivada del café. Alrededor del 95% del café en Nicaragua se produce bajo sombra y utiliza diversas variedades como Caturra, Borbón, Maragogipe, Catimor, Típica y Cautilla. El café es una fuente muy importante de empleo en el sector rural. Se estima que esta actividad genera un 53% del empleo agrícola y el 14% del total de todo el país. Alrededor del 85% de la producción total de café se vende en el mercado externo y un 15% se consume localmente. Una gran parte de la exportación se realiza a través de intermediarios: solo un 46% de la producción exportable viene directamente del pequeño productor. Existen grandes inequidades dentro del sector del café en Nicaragua, donde grandes empresas concentran gran parte de los ingresos. Nicaragua cuenta con 44.000 productores que cultivan café como rubro principal como parte de un sistema integrado. Esto quiere decir que además de café, cultivan maíz, frijol, hortalizas y musáceas, cítricos, y raíces como la malanga. De ellos, unos 30.000 son pequeños productores que cultivan áreas de entre tan solo 0.5 y 5 manzanas y a los que les resulta muy difícil acceder al financiamiento, tecnologías y apoyo técnico necesarios para modernizar su producción. Los productores medianos y grandes, por otro lado, tienen acceso o al menos cuentan con los recursos suficientes para poder pagar los servicios que les facilitan mejorar su producción.