Transformar los sistemas alimentarios mediante herramientas, datos, formación y colaboración mundial para mejorar el conocimiento de la biodiversidad comestible
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La Iniciativa de la Tabla Periódica de los Alimentos (PTFI, por sus siglas en inglés) está haciendo avanzar la ciencia de la alimentación mediante la decodificación de la compleja composición molecular de los alimentos para abordar problemas mundiales críticos en materia de salud, sostenibilidad y seguridad alimentaria. En la COP16 sobre biodiversidad, los líderes y socios de la PTFI destacaron el papel transformador de la iniciativa en la cartografía de los nutrientes y en la exploración de la biodiversidad comestible. El evento puso de relieve la necesidad de la biodiversidad no sólo en las dietas, sino también a través de los paisajes agrícolas para mejorar la nutrición, la resiliencia y los medios de vida en todo el mundo.
Comprender el intrincado mundo de nuestros alimentos es crucial para afrontar los retos globales más acuciantes de la actualidad: la salud de las personas y del planeta, el cambio climático y la seguridad alimentaria. La Iniciativa de la Tabla Periódica de los Alimentos (PTFI) pretende tender puentes entre estos temas ofreciendo un conocimiento exhaustivo de los elementos que componen nuestros alimentos y de los factores interconectados que determinan su calidad. La PTFI es una iniciativa "de la ciencia a la acción" de la Fundación Rockefeller, codirigida por la American Heart Association y la Alianza de Bioversity International y el CIAT, con tecnología liderada por Verso Biosciences y un ecosistema de socios y financiadores mundiales. Esta iniciativa conecta la agricultura y la salud para desbloquear el conocimiento sobre lo que hay en nuestros alimentos, los motores de los cambios en la calidad de los alimentos y las formas en que podemos utilizar estos conocimientos para beneficiar a las personas y al planeta.
John de la Parra –director de la Iniciativa Alimentaria de la Fundación Rockefeller– remarcó: "En esta COP hemos visto lo profundamente entrelazados que están nuestros sistemas alimentarios con la biodiversidad del planeta y la sabiduría de las comunidades indígenas que la han administrado durante generaciones. Al desarrollar herramientas y datos que revelan la complejidad molecular de nuestros alimentos, la Iniciativa de la Tabla Periódica de los Alimentos nos permite aprovechar esta rica biodiversidad para crear sistemas alimentarios resilientes y nutritivos. Este trabajo va más allá de lo que hay en nuestros platos; se trata de proteger los paisajes agrícolas, apoyar el conocimiento indígena y fomentar la resiliencia global para un futuro más saludable y sostenible."

En una sesión del PTFI durante la COP16 sobre Biodiversidad, Maya Rajasekharan –Directora General de la Alianza para África– y Gina Kennedy –Científica Principal de la Alianza– copresentaron un acto paralelo en el Pabellón de la Alimentación y la Agricultura. Carlo Fadda –Director de Agrobiodiversidad para la Alimentación y la Agricultura de la Alianza– pronunció el discurso de apertura: "Todos comprendemos las crisis del clima, la salud y la pérdida de biodiversidad. Transformar los sistemas alimentarios para que sean más sanos, resilientes y equitativos es esencial para alcanzar objetivos globales como los ODS. El PTFI es una colaboración innovadora en la intersección de la agricultura, la nutrición y el medio ambiente. Mediante el mapeo de nutrientes y la exploración de la biodiversidad comestible, el PTFI busca desbloquear el conocimiento sobre la composición de los alimentos desde la granja hasta la mesa".
Durante la sesión, Maya Rajasekharan proporcionó el contexto a los asistentes, remarcando que PTFI se inició hace más de tres años a través de la visión de la Fundación Rockefeller, combinando las perspectivas de la salud global y la agricultura. Con un enfoque pionero, PTFI pretende profundizar en nuestra comprensión de la composición biomolecular de los alimentos, yendo más allá de las etiquetas nutricionales tradicionales para descubrir miles de proteínas, carbohidratos y otros compuestos únicos, a menudo denominados la "materia oscura" de los alimentos.
Para ampliar el impacto de este trabajo, PTFI ha desarrollado herramientas estandarizadas en metabolómica, lipidómica e ionómica, junto con campos de metadatos sobre atributos del sistema alimentario. PTFI ha construido una plataforma global en colaboración con nueve centros de excelencia y una red cada vez mayor de laboratorios nacionales y asociados para que estas herramientas analíticas avanzadas y los datos resultantes sean ampliamente accesibles. El repositorio de datos abiertos de PTFI incluye ahora análisis de 500 alimentos de más de 230 especies. PTFI trata de desarrollar la capacidad de generación y aplicación de estos datos a través de iniciativas como FoodEDU y los "Good Food Fellows", que están formando una nueva generación de científicos para avanzar en el conocimiento global de la composición de los alimentos. Junto con su investigación, PTFI está comprometido con el cumplimiento del Acceso y Distribución de Beneficios (ABS, sus siglas en inglés), garantizando estándares éticos y legales en la investigación global.

Jenny Gallo, becaria posdoctoral de la Alianza, habló sobre el enfoque de PTFI en la cartografía de la biodiversidad comestible, la captura de metadatos ricos y el cumplimiento de los principios ABS. A través de una selección de alimentos de importancia cultural y regional –muchos de los cuales no aparecen en las bases de datos mundiales existentes– PTFI identificó más de 1.650 alimentos únicos, incluidos casi 1.000 que no figuran en las bases de datos del USDA o la FAO. Ahora, 500 de estos alimentos son de acceso público en la plataforma MarkerLab de PTFI, que alberga datos sobre miles de compuestos moleculares para arrojar luz sobre la "materia oscura" de la composición de los alimentos. Con más de 40 campos de metadatos estandarizados, PTFI permite comprender cómo factores como el clima y las prácticas agrícolas influyen en la calidad de los alimentos basándose en la composición biomolecular y en los atributos del sistema alimentario. Mediante la integración de los principios ABS y el fomento de asociaciones equitativas con las comunidades indígenas, PTFI es pionero en un enfoque global de la ciencia alimentaria abierta y ética.
Andrés Jaramillo –Director Científico del Instituto iOmicas (uno de los nueve Centros de Excelencia de PTFI en todo el mundo)– habló sobre el trabajo del PTFI en frutas tropicales y fríjoles, examinando estos alimentos a niveles fundamentales, desde el ADN y las proteínas hasta los metabolitos. Este trabajo nos ayuda a comprender las interacciones funcionales en la salud humana, haciendo hincapié en la necesidad de contar con herramientas analíticas avanzadas. En el caso de Colombia, el país cuenta con una gran diversidad de frutas autóctonas, muchas de ellas con beneficios únicos para la salud. PTFI está validando estas afirmaciones con evidencia científica, encontrando compuestos que puedan apoyar los usos tradicionales al tiempo que desafíen las percepciones populares.

Por ejemplo, la investigación de PTFI sobre el chontaduro autóctono (Bactris gasipaes) halló compuestos afrodisíacos, principalmente en las semillas y en la piel de la fruta, que no se consumen habitualmente, y descubrió una elevada proporción de Omega-6 y Omega-3 en las semillas, lo que pone de relieve la necesidad de tomar decisiones dietéticas con conocimiento de causa. Por otra parte, un análisis de 18 frutas reveló altas concentraciones de compuestos beneficiosos, como la hidroquinidina y el ácido ursólico, asociados a efectos antienvejecimiento y antiinflamatorios, lo que demuestra el potencial promotor de la salud de estas frutas. El trabajo de PTFI con el banco de germoplasma de la Alianza Future Seeds incluye el análisis en profundidad de proteínas en diversas variedades de fríjol, identificando aminoácidos esenciales y proteínas únicas que contribuyen a la nutrición humana y a la resistencia de los cultivos, apoyando la mejora de cultivos adaptados al clima. Por último, a través del programa Good Food Fellows Program, Food EDU y PTFI están creando la capacidad para estudiar problemas de salud relacionados con la dieta –incluida la diabetes tipo 2– en comunidades colombianas. Los estudiantes de posgrado están realizando análisis dietéticos con el objetivo de adaptar las intervenciones para obtener mejores resultados de salud.
"En la escuela aprendimos que tenemos unos 118 elementos en la tabla periódica química; de ellos, 55 son elementos naturales, de los cuales 22 componen un organismo vivo. Es una fracción relativamente pequeña, pero las permutaciones posibles a partir de ellos son alucinantes. Lo mismo ocurrirá con el PTFI. Una vez que lleguemos a los miles de metabolitos y proteínas, entonces hay que mirar no sólo su función individual, sino cómo interactúan para regular un organismo dentro de un entorno, dentro de un ecosistema", dijo Jaramillo.

Se necesita una gran comunidad de prácticas para cartografiar la calidad alimentaria de la biodiversidad comestible. Por eso, tras las presentaciones, el evento continuó con un panel de otros proyectos que tienen sinergias con el PTFI, entre los que se encontraban Roland Schafleitner, del World Vegetable Center, que habló sobre el plan de rescate de la biodiversidad vegetal africana; Raquel Santiago, profesora de la Universidad de Goiás en Brasil y líder de la Iniciativa de biodiversidad para la alimentación y la nutrición en Brasil; Andy Jarvis, Director de Future of Food con el Bezos Earth Fund; y Mauricio Diazgranados, Director Científico y Decano de Ciencias del Jardín Botánico de Nueva York. Con estos cuatro expertos, los asistentes conocieron su trabajo sobre la biodiversidad que repercute tanto en el medio ambiente como en la salud humana, y descubrieron ejemplos concretos para impulsar el consumo de especies locales y desatendidas infrautilizadas (NUS, sus siglas en inglés).
Gina Kennedy clausuró el acto remarcando la importancia de la diversidad dietética en nuestros platos, en las granjas y en los campos: "No hagamos una carrera a la deriva. Permitamos que toda la biodiversidad comestible nos permita mejorar los medios de subsistencia de los agricultores, la nutrición de la población y la salud del planeta".
Agradecemos el apoyo a The Periodic Table of Food Initiative (PTFI) por parte de la Fundación Rockefeller, la Foundation for Food & Agriculture Research, Seerave Foundation, Fourfold Foundation, Atria Health Collaborative, y la Bill & Melinda Gates Foundation.