La importancia de la investigación sobre el cultivo de los frijoles
¿Por qué es importante que investiguemos el cultivo de los frijoles y sus variedades? Como alimento básico para millones de personas en todo el mundo, trabajamos para mejorar las variedades adaptadas al medio ambiente y garantizar que salvaguardemos los frijoles para el futuro. A continuación, explora la ciencia y los hechos que han hecho que la Alianza siga investigando el cultivo de los frijoles.
Los frijoles comunes (Phaseolus vulgaris. L) son una importante legumbre consumida por personas de todas las categorías de renta. Su demanda está creciendo a medida que los consumidores adoptan dietas cada vez más basadas en plantas. Se consumen como hortalizas foliares frescas, como vainas verdes frescas y sanas, como semillas maduras frescas o como granos secos.
Los frijoles son un alimento altamente nutritivo, que contiene proteínas, fibra, hidratos de carbono complejos, vitaminas y micronutrientes, y se ha demostrado que reducen la obesidad y otras enfermedades cardiovasculares como el cáncer y aumentan la capacidad y el rendimiento cognitivos; alrededor de 400 millones de personas en los trópicos consumen frijoles como parte de su dieta diaria. Se han liberado más de 657 variedades resistentes al cambio climático y con micronutrientes para satisfacer las diversas necesidades de los clientes en las distintas zonas agroecológicas.
Los agricultores luchan para satisfacer la demanda de los consumidores, produciendo alrededor de 12 millones de toneladas de frijoles comunes (Phaseolus vulgaris) cada año en todo el mundo. Los frijoles también proporcionan ingresos a millones de personas, especialmente mujeres y jóvenes, sobre todo en África y América Latina. Los frijoles se han cultivado tradicionalmente para el consumo de subsistencia, pero ahora se han convertido en un cultivo comercial con cada vez más opciones de exportación.
Los frijoles se adaptan a una amplia gama de condiciones ambientales en altitudes bajas, medias y altas. Como leguminosas, también contribuyen a mejorar y mantener la fertilidad del suelo mediante la fijación del nitrógeno atmosférico. Los frijoles son parte de los sistemas de cultivo comunes y contribuyen a la salud de los agroecosistemas rompiendo los ciclos de enfermedades y plagas en los sistemas de cultivo dominados por cereales y tubérculos.