Blog La tecnología se encuentra con la agricultura: Transición digital en América Latina

Los servicios climáticos como los bienes públicos se co-diseñan en Guatemala con entidades del sector agroalimentario para impulsar la resiliencia agrícola.

Por Melissa Bonilla y Emmanuel Zapata

1. Introducción: La urgente necesidad de transformación digital en la agricultura

En palabras de la Red de Políticas Públicas y Desarrollo Rural de Latinoamérica y el Caribe (Red PP-AL) “la transición digital en el sector agropecuario de América Latina ha avanzado significativamente desde la crisis del COVID-19, brindando un enorme potencial para transformar las prácticas agrícolas, mejorar el acceso y la gestión de insumos, facilitar la transferencia de conocimientos y promover el uso sostenible de los recursos naturales. Esta transformación tecnológica también promete revolucionar la comercialización de productos agropecuarios y la implementación de herramientas de política pública para el sector. Sin embargo, junto con los numerosos beneficios, la digitalización también presenta riesgos, como la posible ampliación de la brecha entre los pequeños agricultores familiares y la agroindustria”.

Además, la digitalización de los sistemas agroalimentarios se ve limitada por desafíos asociados con el cambio y la variabilidad climática, y la disminución de fertilidad en los suelos. Todos estos elementos, sumandos a la exclusión de género en el campo contribuyen a que en incontables lugares de la región prevalezca la inseguridad alimentaria, la cual ya no es únicamente un problema de estado, sino una cuestión global. Para hacer frente a estas dificultadas se requieren soluciones integrales que combinen sostenibilidad, equidad e innovación tecnológica.

En este sentido, como resalta una de las autoras del libro “Transición Digital en la Agricultura y Políticas Públicas en América Latina” (Figura 1), la agricultura de precisión y la agricultura digital ya están aportando soluciones que permiten aumentar la producción de alimentos con costos cada vez menores y ayudan a afrontar el desafío climático mediante un seguimiento cada vez más preciso de las plantas, los animales y el medioambiente.

Justamente, el libro en mención fue publicado en el marco del seminario internacional que lleva el mismo nombre y tuvo lugar en Brasilia (Brasil) entre el 4 y el 6 de diciembre de este 2024. El evento fue organizado por la Red PP-AL en alianza con la Universidad de Brasilia (UnB), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Instituto de Agricultura Digital Convergencias (DigitAg), y financiado por la Agencia Francesa de Investigación (ANR). En él se reunieron representantes del sector público y privado, así como a actores clave del sector agropecuario de 10 países distintos y organismos internacionales de la región. En total, el libro contó con la participación de 40 de los 90 autores del libro, y consolidó 24 capítulos (aquí se puede consultar el contenido del libro). El seminario fue un espacio para compartir experiencias, desafíos y posibles soluciones entorno a la digitalización de los sistemas agroalimentarios de la región. Además, el seminario sirvió para esbozar las directrices de una agenda científica y política que promueva el desarrollo y la adopción de tecnologías digitales en la agricultura.

Figura 1. Presentación del contenido del libro “Transición Digital en la Agricultura y Políticas Públicas en América Latina”. Fuente: Elaboración propia.

2. Perspectivas futuras

Entre las principales conclusiones del seminario, se destacó que la transformación digital de la agricultura en Latinoamérica avanza con un enfoque en tecnologías innovadoras, como la agricultura de precisión; que incluye el uso de drones para monitoreo de cultivos, la inteligencia artificial para predicción de rendimientos y los sistemas de riego inteligentes y plataformas digitales que conectan directamente a agricultores con mercados. Estas herramientas prometen optimizar recursos, mejorar la eficiencia productiva y promover la sostenibilidad, con países como Brasil, Argentina y Colombia liderando estos procesos de innovación tecnológica. Sin embargo, los desafíos son significativos: la brecha digital rural; los altos costos de implementación que excluyen a pequeños agricultores; la falta de capacitación técnica; y la desigualdad económica limitan una adopción uniforme de estas tecnologías.

Para superar estos retos, se resaltó la importancia de la integración de sensores IoT (internet de las cosas), el Big Data y el análisis predictivo como herramientas clave para potenciar la productividad agrícola. Además, se subrayó que la transformación digital requiere enfoques colaborativos, incluyentes e interdisciplinarios que aborden las barreras existentes, como la infraestructura tecnológica deficiente, la resistencia al cambio por parte de las personas productoras tradicionales y la volatilidad económica de la región. Estas dificultades representan, al mismo tiempo, oportunidades para implementar proyectos con perspectivas amplias que integren enfoques epistemológicos, antropológicos y colaborativos, esenciales para lograr una transformación digital inclusiva y sostenible en el sector agrícola latinoamericano.

3. La contribución de la iniciativa AgriLAC Resiliente con un caso de estudio de Guatemala

El equipo de Diseño Centrado en el Humano (DCH) de la Alianza en Latinoamérica, que está compuesto por científicos de las áreas de investigación Acción Climática e Inclusión Digital (Figura 2), realizó una contribución importante al libro a través del capítulo “Los servicios climáticos como bienes públicos co-diseñados por entidades del sector agroalimentario latinoamericano: caso de estudio en Guatemala”. El documento desarrolla la tesis sobre la institucionalización del enfoque de DCH frente a la generación de servicios climáticos, que se alinea con lo mencionado anteriormente sobre “implementar perspectivas amplias que integren enfoques epistemológicos, antropológicos y colaborativos”. También presenta (i) la experiencia de trabajo colaborativo con nuestro socio en Guatemala, Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC); (ii) los hallazgos de la aplicación del DCH desde su fase inicial (i.e., investigación de usuario) hasta prototipado (i.e., boletín agroclimático); y (iii) una discusión sobre la brecha que se está cerrando a través de un enfoque centrado en los usuarios para hacer que los servicios agroclimáticos se conviertan en bienes públicos.

Figura 2. Melissa Bonilla y Emmanuel Zapata representando a autores del capítulo “Los servicios climáticos como bienes públicos co-diseñados por entidades del sector agroalimentario latinoamericano: caso de estudio en Guatemala” Agradecimiento especial para Diana Giraldo, Carlos Navarro, Andrea Gardeazabal, Elmer Orrego, Juan Low y Anna Muller

Con este estudio se resalta la importancia del enfoque DCH como instrumento necesario para facilitar una transición digital orgánica y adaptada a las necesidades de los usuarios en el sector agroalimentario de la región. La experiencia en Guatemala evidencia cómo el DCH permite cerrar brechas en el acceso y la utilidad de los servicios climáticos al convertirlos en bienes públicos diseñados desde las realidades de sus beneficiarios. Este enfoque no solo impulsa la inclusión y sostenibilidad, sino que establece un marco para que la digitalización en el sector agroalimentario sea contextual, equitativa y verdaderamente transformadora.