Blog Un Lluvioso Éxito Comunitario: Las Redes de Observadores en Choluteca y El Paraíso, Honduras: Lo que comenzó como un proyecto de desarrollo financiado, se ha convertido en una red de observadores de lluvia apasionados

Autores: Oscar Martínez, Irma Ayes y Elsi Herrera.

En muchas partes del mundo, la previsión del tiempo es un recurso valioso, ya sea para agricultores que dependen de las lluvias para sus cultivos, o para comunidades que deben prepararse para posibles inundaciones. En Honduras, una iniciativa comunitaria financiada por la Unión Europea y ejecutado por la Alianza Bioversity Internacional - CIAT, en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), generó consigo una perspectiva única para ayudar a las personas a entender mejor el comportamiento de las lluvias. Este proyecto busca empoderar a las comunidades locales, brindándoles las herramientas para entender y anticipar el comportamiento de las lluvias, por medio de la instalación de pluviómetros en 60 comunidades en los departamentos de Choluteca y El Paraíso. 

Un pluviómetro, una comunidad y una revolución

En un esfuerzo por fortalecer la resiliencia ante el cambio climático en comunidades rurales de Choluteca y El Paraíso - Honduras, la Alianza Bioversity Internacional - CIAT apoyó la instalación de pluviómetros en estas regiones como primer paso para fortalecer la toma de decisiones y las acciones preventivas ante las variaciones del clima. Los pluviómetros son instrumentos simples pero efectivos que miden la cantidad de lluvia que cae en un área y tiempo específico, un dispositivo que aunque modesto, es muy poderoso y que gracias al interés de las comunidades, ha cobrado un gran valor al entender su forma de uso y la valiosa información que brinda para tomar decisiones preventivas. De esta forma, lo que comenzó como un ejercicio educativo, se convirtió en algo mucho más grande: en un proceso de empoderamiento a las comunidades locales para comprender el clima en sus territorios y anticipar acciones a un clima altamente variante.
 

De proyecto a movimiento comunitario

Una vez instalados los pluviómetros, los miembros de la comunidad recibieron capacitación sobre cómo utilizarlos. Esto no solo fue un ejercicio educativo, sino una forma práctica de involucrar a las comunidades en la recopilación de datos climáticos y democratizar la información.

Cuando finalizó el proyecto, la magia comenzó. Aquellos encargados de los pluviómetros, en lugar de abandonarlos, se dieron cuenta de la importancia de seguir recolectando datos. Así nació un apasionado grupo de observadores de lluvia en las comunidades de Choluteca y El Paraíso, los cuales comparten registros diarios y mensuales de las lluvias en sus territorios a través de grupos de WhatsApp, fortaleciendo la comprensión local del clima y proporcionando información valiosa para tomar decisiones a nivel de comunidad.

Así mismo, personas que no formaban parte del proyecto se dieron cuenta de esta iniciativa y vieron cómo el conocimiento local y la recolección de datos sobre lluvias, podrían beneficiar a sus propias comunidades. Pronto, se acercaron al grupo de observadores para solicitar información y explorar la posibilidad de tener un pluviómetro en sus comunidades.

Esta expansión demuestra el poder de la información, el conocimiento local y el escalamiento entre comunidades. La observación de las condiciones climáticas y la recolección de datos, pueden transformarse en una herramienta invaluable para la toma de decisiones y la adaptación a un clima cambiante.
 

Beneficios de una comunidad de observadores:

La red de observadores de lluvia ha demostrado ser inmensamente beneficiosa. Sus contribuciones se extienden a:

1. Mejor planificación agrícola: Los agricultores ahora pueden tomar decisiones informadas sobre cuándo sembrar y cosechar, basándose en los datos de lluvia. Esto ha llevado a cosechas más exitosas y mayor seguridad alimentaria.
2. Complemento a pronósticos oficiales: Los datos proporcionados por los observadores de lluvia a nivel local, proporcionan información detallada de las zonas que amplían los pronósticos nacionales, lo que hace que las advertencias de clima sean más precisas.
3. Resiliencia ante desastres: La comprensión de los patrones climáticos locales permite una mejor preparación y respuesta a eventos meteorológicos extremos, como inundaciones y sequías.
4. Fortalecimiento de la comunidad: La participación ha fortalecido el tejido social. Además, están contribuyendo activamente a la gestión del riesgo, no solo agrícola pero también relevante a los riesgos por inundaciones y deslizamientos en sus territorios.

Lo que comenzó como una iniciativa de instalación de pluviómetros con fines pedagógicos, ha evolucionado en una historia inspiradora de empoderamiento comunitario. La red de observadores de lluvia en Choluteca y El Paraíso – Honduras, es un testimonio del poder que tiene el proporcionar a las comunidades los recursos y conocimientos necesarios para comprender y adaptarse al clima cambiante, y cómo por medio del empoderamiento, se continúan compartiendo conocimientos a otras comunidades y generaciones, fortaleciendo cada vez más territorios sobre cómo actuar ante las incesantes variaciones climáticas. Este ejercicio representa un modelo para futuros proyectos de desarrollo comunitario en Honduras y en todo el mundo, como es el caso de la iniciativa AgriLAC Resiliente del CGIAR, la cual espera continuar apoyando en 2024, estos ejercicios comunitarios en al marco de apoyo al desarrollo de los servicios agroclimáticos en Honduras.