From the Field Los agricultores de Guyana han estado luchando contra el cambio climático durante años

Una nueva colaboración entre la Alianza y socios guyaneses brinda orientación para inversiones en agricultura sostenible adaptada al clima

Deodath Seodat, productor de hortalizas, no ha podido hacer coincidir su época de siembra con las lluvias cada vez más impredecibles que provocan inundaciones desde hace casi dos décadas. La situación no mejorará y existen pocas alternativas de fácil aplicación. Cambiarse a un terreno diferente probablemente incrementaría la exposición de sus cultivos al otro fenómeno meteorológico extremo que sufre Guyana: la sequía.

“La agricultura es mi medio de sustento”, comenta Seodat, quien trabaja en la Región 3 de Guyana, caracterizada por tierras bajas en las que se produce arroz y hortalizas y la presencia de fincas ganaderas manejadas por pequeños productores. “Desde 2005 hasta hoy, no podemos predecir este clima. No podemos cultivar de manera realmente segura”. 

El pequeño país sudamericano posee una población multiétnica de cerca de 750.000 habitantes que depende en gran medida de la agricultura. Sus luchas representan una advertencia para otros países de América Latina y el Caribe. El clima oscila entre inundaciones y sequías, en un infame péndulo que parece moverse cada vez más rápido, en la medida en que la crisis climática se intensifica.

No importa qué sea lo que uno cultive. Cualquier producto, desde el arroz para exportación hasta la ganadería de pequeña escala, se ve negativamente afectado por el clima. “Sí, existían problemas en el pasado”, indicó Desiree Neblett, extensionista desde hace muchos años del Instituto Nacional de Investigación y Extensión Agrícolas (NAREI) de Guyana. “Pero no como ahora... este es el peor periodo que he visto en mi vida”. 

En algunos años, el daño ocasionado por el clima a la agricultura, la silvicultura y la pesca, que representan el 20% de la economía, podría diezmar la producción.

La inversión acertada en acciones rápidas y generalizadas para mitigar los riesgos del cambio climático e implementar medidas de seguridad alimentaria y nutricional posee un gran potencial para revertir la situación de los agricultores, sobre todo porque las violentas fluctuaciones del clima en Guyana ponen en peligro la producción cada año.

Por ejemplo, el uso de variedades de piña con resiliencia climática en la Región 3 podría aumentar el ingreso de la finca con un periodo de recuperación para los agricultores de 2,6 años. La rotación de cultivos con fríjol rojo o maní en la Región 9 podría resultar en una relación costo-beneficio cercana a 3, con un periodo de recuperación de 1,2 años, según una nueva investigación de la Alianza y sus socios en Guyana.

La Alianza de Bioversity International y el CIAT, en colaboración con NAREI y la Universidad de Guyana, publicó en julio una investigación relacionada con portafolios de inversión sostenible adaptada al clima para el país. En ella recomiendan una serie de inversiones que constituyen la mejor apuesta en cuanto a inversiones en agricultura sostenible adaptada al clima, donde los temas centrales son la mejora del manejo del recurso hídrico y una mejor preparación para mitigar los fenómenos meteorológicos extremos.

El Banco de Desarrollo del Caribe fue el financista principal de esta investigación. 

Los CSAIP fueron elaborados por un equipo multidisciplinario de expertos meteorólogos, economistas, científicos agrícolas e investigadores de género y liderado por el Área de Acción Climática de la Alianza.

De manera fundamental, la investigación adopta un enfoque que centra su atención en los agricultores para comprender los problemas e identificar soluciones potenciales en función del paisaje y los fenómenos meteorológicos extremos, prácticas agrarias actuales y la voluntad de los agricultores y legisladores de adjudicar recursos para implementar los cambios necesarios.

El Dr. Elroy Charles de la Universidad de Guyana dice que los agricultores ya están mitigando: sacando el agua con bomba de los campos inundados, construyendo establos elevados para protegerlos de las inundaciones y regando las áreas propensas a la sequía. Pero es necesario hacer muchas cosas más, entre ellas, conseguir apoyo para el cambio a largo plazo en la formulación de políticas.

La labor con la Alianza y sus socios busca recopilar más datos y recaudar más fondos “para que el trabajo de investigación se pueda realizar con el fin de encontrar alternativas mejores para ayudar a los agricultores a mejorar su producción agropecuaria”, comentó Charles.

Este blog es el primero de una serie de dos partes que resumirá los hallazgos de la investigación de los CSAIP. En esta entrega, presentaremos a varios investigadores de la Alianza que participaron en el trabajo. La segunda parte incluirá más productores de la Región 3 de Guyana y presentará videos de los colaboradores del proyecto en Guyana.

Dichos videos también se presentarán en un seminario web que se impartirá a los actores involucrados en el proyecto.

Un proyecto multidisciplinario para lograr el éxito

El Director Gerente de la Alianza para las Américas, Jesús Quintana, indicó que la colaboración entre los distintos actores, desde donantes y científicos hasta agricultores, era un factor clave para lograr el éxito de este proyecto.

“No lo podríamos haber logrado sin el compromiso de los expertos agrícolas nacionales que participaron en talleres y grupos focales; también recibimos gran apoyo y colaboración de investigadores y estudiantes de la Universidad de Guyana”, dijo Quintana. “Quizá lo más importante es que los pequeños agricultores y productores de Guyana, entre ellos mujeres y jóvenes, también fueron factores clave para hacer realidad este proyecto”. 

Quintana señala algunas de las principales realidades subyacentes de la investigación: que Guyana ha debido enfrentar sequías o inundaciones durante 12 de los últimos 15 años y, en ocasiones, ha padecido las dos cosas durante un mismo año. Esto ha provocado pérdidas estimadas en US$450 millones.

Una serie de inversiones, incluido el manejo del recurso hídrico y mejora de la infraestructura y cadenas de valor, podría aumentar en gran medida la seguridad alimentaria, sostenibilidad y bienestar, expresó Quintana. Pero esto no se trata solamente de gastar dinero en la tecnología indicada. 

“Una parte esencial de los portafolios de inversión sostenible adaptada al clima es la inversión en capital humano: mujeres, hombres y la juventud de Guyana, que hacen que la agricultura forme una parte importante de la economía del país. Si se adoptan pronto las medidas adecuadas, tengo confianza en que Guyana se convertirá en un modelo para otros países del Caribe que enfrentan sus propios desafíos climáticos”, indicó Quintana.

Las agricultoras por primera vez 

Anton Eitzinger, científico de investigación postdoctoral del grupo de investigación en Sistemas Alimentarios Resilientes al Clima del área de investigación de la Alianza en Acción Climática, coordinó el proyecto. Partiendo de diez años de trabajo de CCAFS (el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria) mejorando las prácticas, los CSAIP se desarrollaron utilizando el “Marco equitativo en género y basado en evidencia para priorizar intervenciones en agricultura sostenible adaptada al clima”.


Estos comenzaron con entrevistas en terreno y talleres con los agricultores, incluyendo un enfoque especial en las mujeres para asegurar que los datos recopilados fueran equitativos. El segundo paso conllevó trabajar en soluciones personalizadas para los hallazgos – detalladas en los CSAIP – y, finalmente, un análisis de las barreras que frenan la adopción, como acceso económico, preferencias culturales o la habilidad de invertir más tiempo en la producción.

 
“Esto dio como resultado los mejores Portafolios de inversión en agricultura sostenible adaptada al clima para las dos principales regiones agrícolas de Guyana: las tierras bajas costeras y la sabana en el interior”, indicó Eitzinger. “Los tres componentes del marco implican un proceso participativo sólido que se basa en el involucramiento de los actores nacionales y las comunidades locales. Debido a que la implementación es algo que necesitará efectuarse durante varios años, el desarrollo de capacidades es un componente esencial del marco”.

Brindar una representación precisa en poco tiempo

Comprender el impacto del clima para los agricultores y la producción es un punto crítico de partida para desarrollar CSAIP sólidos.

 

Dirigidas por Caroline Mwongera, científica de Acción Climática y Políticas en la Alianza, con sede en Kenia, las evaluaciones se denominan Evaluaciones Rápidas de la Agricultura Sostenible Adaptada al Clima o CSA-RA (por sus siglas en inglés) y se llevaron a cabo en colaboración con la Universidad de Guyana en 2019.

 

Las CSA-RA adoptaron un enfoque ascendente y que centra su atención en los agricultores para la construcción de una base sólida para los CSAIP. Cerca de la mitad de los participantes eran mujeres, que a menudo quedan excluidas de las encuestas a pequeños productores, lo cual deriva en una representación inexacta de la realidad en terreno.

 

Los investigadores documentaron la variabilidad del clima y la topografía, las agroecologías del terreno y la situación cultural y socioeconómica dentro de las regiones. A pesar de su creciente adopción, el uso de las tecnologías sostenibles adaptadas al clima sigue siendo bajo. En su video, Mwongera enumera múltiples hallazgos adicionales y describe soluciones potenciales, entre ellas, acceso a mercados, aumento de los servicios de extensión, mayor disponibilidad de cultivos mejorados e información climática, así como la necesidad de mejorar la infraestructura. 

“Abordar estas limitaciones brindará una oportunidad para [mejorar] la resiliencia climática de Guyana”, manifestó Mwongera. 

“También encontramos que la participación de jóvenes y mujeres en la agricultura era baja. Esto se debe principalmente a que no se ha desarrollado bien su potencial a lo largo de la cadena de valor”, dijo Mwongera. “Entre las mujeres, el tiempo y el trabajo son factores clave para decidir cómo participan en la agricultura. Las mujeres tienden a elegir la horticultura, debido a la facilidad de su manejo, lo cual les permite dedicarse también a los quehaceres domésticos”.

 

Las alianzas son un factor clave para lograr el éxito

¿Cómo encontramos las mejores recomendaciones sostenibles adaptadas al clima para los agricultores de Guyana? El primer paso es preguntarles qué es lo que ya están haciendo y cuáles son sus necesidades y deseos para que sus sistemas sean más resilientes y productivos. Por lo general, las “soluciones” descendentes y prescriptivas no funcionarán; las intervenciones alineadas con las realidades culturales, políticas, ambientales y sociales locales tienen mucha más probabilidad de éxito. 

 

Miguel Lizarazo, investigador del equipo de Acción Climática de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, indicó que el proceso de diseño conjunto se apoyó en la participación de “diferentes actores del sector agrario que conocen cuáles son las prácticas más adecuadas para abordar los problemas de seguridad alimentaria y fortalecer la capacidad de adopción y mitigación de la agricultura en Guyana”. 

 

Si bien ya se están realizando muchos esfuerzos en el país, “estas acciones requieren una comprensión holística –desde múltiples perspectivas– de la heterogeneidad y diversidad de los sistemas productivos. Esto incrementa la complejidad de la planificación y toma de decisiones”, señaló Lizarazo. 

 

“Ayudar a fortalecer las capacidades y conocimiento práctico de los agricultores para que sus elecciones sean sostenibles adaptadas al clima es crucial y requiere una comprensión profunda de los contextos socioeconómicos y la idoneidad de prácticas prioritarias en un sistema de producción agroecológica”. 

 

En su video, Lizarazo explica los procesos y estrategias utilizados para desarrollar los CSAIP y enumera cinco hallazgos clave de la investigación que ayudarán a orientar a los actores del sistema agrícola para la implementación de una agricultura más sostenible y adaptada al clima. 

  

Esté pendiente de nuestra nueva entrega que se centrará en las contribuciones críticas de socios en Guyana y hallazgos adicionales de la investigación. También abarcaremos numerosas recomendaciones en materia de políticas que se pueden implementar para sacar provecho de esta investigación.