Blog Empresas, investigadores, agricultores, ONG y gobiernos se unen por un cacao sostenible en Sudamérica

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El proyecto Agroecological Regenerative Cocoa (ARC), en el que participan centros de CGIAR, Conservation International, una empresa chocolatera francesa, gobiernos y asociaciones de agricultores, busca transformar cientos de hectáreas de producción de cacao de calidad en Colombia, Ecuador y Perú

Como tierra ancestral del cacao, la región norte de los Andes en Sudamérica es el lugar al que acude el resto del mundo en busca de los ingredientes más finos para la elaboración del chocolate. La gran diversidad de variedades de árboles de cacao presente en la región ha dado lugar a una abundancia de sabores y aromas muy solicitados por refinados maestros chocolateros. Lamentablemente, la región sufre una considerable presión por la deforestación y degradación de los suelos y, como árbol que crece bajo sombra, Theobroma cacao está perdiendo su hábitat natural.

Un proyecto nuevo encabezado por la Alianza de Bioversity International y el CIAT busca contribuir a la creación de sistemas sostenibles de cacao que brinden medios de sustento a los agricultores, conserven los bosques y den lugar a 600 hectáreas de fincas de cacao en Colombia, Ecuador y Perú, mediante la recuperación, rehabilitación y transformación de los suelos. El establecimiento de sistemas agroforestales con variedades de cacao fino de aroma que contribuya con la conectividad de los ecosistemas constituye la principal prioridad del proyecto.

En los tres países, 925 productores, sus familias y tres cooperativas estarán participando en el proyecto. “Esto forma parte de la labor de la Alianza en implementación de proyectos centrados en cacao y cambio climático en América Latina”, comentó la investigadora de CGIAR Yovita Ivanova, coordinadora del proyecto. “Lideramos la investigación sobre producción sostenible, cadenas de valor sin deforestación, agrosilvicultura participativa y modelos empresariales sostenibles”.

El proyecto tiene cuatro objetivos: ­

  • Desarrollar una visión de explotación integrada, a través de sistemas agroforestales (SAF), que abarca tanto aspectos productivos como producción, recuperación de suelos o conservación de paisajes.
  • Fortalecer la infraestructura y las habilidades de los productores y sus organizaciones en toda la cadena de valor del cacao, desde la producción hasta la comercialización final. ­
  • Crear e implementar herramientas para el análisis de impacto y el seguimiento de paisajes productivos en el área de influencia del proyecto con la participación de la comunidad. ­
  • Aprovechar las experiencias y lecciones aprendidas sobre prácticas agrícolas sostenibles y conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas forestales.

La empresa chocolatera francesa Kaoka, el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM, sus siglas en francés) y socios del proyecto están brindando un financiamiento cercano a los 9 millones de euros al proyecto que tendrá una duración de cinco años. El Centro Mundial Agroforestal (ICRAF, sus siglas en inglés), Conservation International, otras ONG y cooperativas de agricultores de los tres países andinos constituyen colaboradores clave.

Inicialmente, el trabajo de la Alianza se enfocará en el mapeo de áreas prioritarias para conservación y conectividad agroecológica, con apoyo de especialistas en Sistemas de Información Geográfica (GIS). La Alianza aprovechará las redes con que cuenta en la región, que colaboran con otros proyectos de cacao para trabajar con las cooperativas, quienes estarán a cargo de los esfuerzos de recuperación y conservación. Asimismo, los especialistas de la Alianza se concentrarán en la integración y desarrollo de prácticas de agricultura de bajas emisiones de carbono en las áreas del proyecto, así como de monitorear la deforestación.

Ivanova comentó que el proyecto ARC concuerda muy bien con varios otros proyectos de CGIAR en la región, entre ellos Clima-LoCa, que trabaja en temas climáticos y de contenido de cadmio en la producción de cacao; SERVIR-Amazonia, que empodera a las comunidades del Amazonas con datos geoespaciales y el Proyecto Cacao Fino de Aroma en Perú.

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El enfoque de paisaje distingue entre áreas forestales y áreas de cultivo. Consideramos importante crear corredores de biodiversidad para vincular las áreas forestales.

Crecimiento sostenible

La Cooperativa Colpa de Loros en Perú ha trabajado con Kaoka desde el año 2015, empezando con 35 agricultores. Hoy en día la organización cuenta con más de 500 miembros que han integrado la silvicultura a sus sistemas, con el fin de frenar la deforestación vinculada a la producción de cacao. Pero aún queda mucho por hacer.

“Se deben implementar nuevas técnicas, sobre todo en lo referente a la recuperación de suelos degradados y corredores ecológicos”, comentó Ernesto Parra y Guerra, director de Colpa de Loros. “Este proyecto nos brindará un fuerte apoyo que nos ayudará a consolidar nuestros métodos y mejorar nuestras condiciones de vida”.

Los expertos de ICRAF, Conservation International y Kaoka, que cuenta con un proyecto de regeneración de plantaciones de cacao en la región, encabezarán el establecimiento de nuevas fincas agroforestales de cacao. En ellas se incluirá el reemplazo de plantaciones antiguas y el establecimiento de nuevas en suelos deforestados.

Entre sus múltiples beneficios, la silvicultura reduce la necesidad de insumos, como fertilizantes, e integra una variedad de cultivos de subsistencia y comerciales, entre ellos árboles frutales, hortalizas y árboles maderables. Cuando se lleva a cabo de manera correcta, la silvicultura puede recuperar suelos y paisajes degradados, reducir la presión por deforestación y recuperar hábitats perdidos a causa de la agricultura de roza y quema.

El proyecto cuenta con el respaldo de la demanda de consumidores, reguladores y productores de chocolate en Europa de obtener cacao de comercio justo proveniente de paisajes sin deforestación. Los socios esperan que el proyecto piloto sobre 600 hectáreas fomente un mayor desarrollo de sistemas sostenibles de cacao en América Latina. Esto guarda relación con la Estrategia Nacional de Lucha contra la Deforestación Importada 2018 de Francia (SNDI, sus siglas en francés), que consta de cuatro componentes principales: trazabilidad de las fuentes de los productos, compromiso de empresas importantes, una plataforma de información pública y una política de adquisiciones públicas.

De acuerdo con Ivanova, existen tres aspectos del proyecto ARC que lo hacen especialmente innovador: la generación de ciencia aplicada por parte de la Alianza, contribución directa con la SNDI y colaboración con el sector privado.

“El desarrollo de áreas de explotación agrícola en Colombia, Ecuador y Perú en la industria del cultivo de cacao constituye una demostración perfecta de lo que es posible alcanzar a nivel provincial, nacional, regional e internacional, sobre todo, porque es muy fácilmente transferible”, indicó Anaëlle Cado, directora de proyecto del FFEM. “Otro componente importante del proyecto [es que] las comunidades son partes interesadas en él, lo cual hace referencia directa a los patrones socioeconómicos predominantes en la región y garantiza así su aceptación social y cultural”.