Blog Decisiones informadas en un clima cambiante: Experiencias de implementación de la metodología PICSA en los Territorios Sostenibles Adaptados al Clima (Guatemala y Honduras)

En búsqueda de reducir la vulnerabilidad climática de las familias, mejorar los agroecosistemas y fortalecer el enfoque de Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC), la Alianza de Bioversity Internacional y el CIAT, junto a los socios implementadores ASORECH en Guatemala y CASM en Honduras, se encuentran trabajando de manera colaborativa en el proyecto “Poniendo  los Ecosistemas en el Centro de la Adaptación a través del Enfoque de los Territorios Sostenibles Adaptados al Clima (TESAC)”, financiado por el Fondo Global de Adaptación basada en Ecosistemas que es implementado por La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Este proyecto, implementado en los municipios de Olopa (Guatemala) y Santa Rita (Honduras), está beneficiando aproximadamente a 214 familias productoras en 10 comunidades de la zona, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad climática de las y los agricultores, por medio de la implementación de la metodología de Servicios Integrados Participativos de Clima para la Agricultura, (PICSA por sus siglas en inglés). Este enfoque busca  fortalecer la toma de decisiones de los agricultores, facilitando el acceso a la información agroclimática precisa y específica, para utilizarla en prácticas de adaptación resilientes ante la variabilidad climática.

De esta forma, la implementación de la metodología PICSA ha abordado temas fundamentales para la interpretación de los datos agroclimáticos, fortaleciendo los argumentos del agricultor para tomar decisiones estratégicas, con pronósticos estacionales y boletines agroclimáticos.

Adicionalmente, durante el acercamiento con las comunidades, los equipos implementadores (ASORECH y CASM), encontraron en PICSA una valiosa herramienta para fomentar la toma de decisiones informadas y adaptadas por parte de las y los agricultores en sus territorios, logrando identificar retos y oportunidades de mejora en cuanto al uso y manejo de la información climática, un tema que, aunque es vital, por sus diversas variables, requiere una explicación detallada para que sea entendida y ejecutada correctamente.

Uno de los logros más significativos  ha sido la integración de estos nuevos conocimientos por los agricultores para dimensionar las diferentes medidas de captación de lluvia, homologando el lenguaje técnico con evidencias experimentales, que fortalecen sus nociones gracias a la incorporación de la metodología PICSA, mientras se continúa el empoderamiento en información agroclimática y meteorológica, manejo de especies pecuarias y actividades productivas.

Por otra parte, gracias al nivel de precisión de las perspectivas agroclimáticas brindadas en las socializaciones, se ha generado mayor confianza para que las y los agricultores hagan uso de la información proporcionada, además de generar mayor utilización de las recomendaciones que se dan a través de las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA).
 

Es así como Carlos y Verónica han fortalecido sus capacidades en la toma de decisiones y mejorado sus actividades productivas, obteniendo un mayor control sobre sus cultivos, evitando pérdidas en las cosechas y recomendando el uso de la metodología a más agricultores para generar mejores y mayores ganancias.

En el manual de la metodología PICSA se encuentran una serie de herramientas gráficas, matrices y procedimientos detallados que facilitan el empoderamiento del uso de la información climática. No obstante, en las implementaciones realizadas en el 2022 y 2023, se pudo evidenciar la importancia de adaptar y desarrollar nuevos métodos para explicar de manera más didáctica y sencilla, el abordaje de temas con mayor complejidad como: probabilidades, lluvias por encima o debajo de lo normal, pronósticos estacionales , interpretación de boletines agroclimáticos por departamento, entre otros.

Así mismo, el primer paso para generar familiaridad entre los asistentes y las temáticas de los talleres, es la introducción a los conceptos técnicos más utilizados en las prácticas, como las unidades de medida (milímetros, centímetros cúbicos, entre otros). Con esta introducción a nuevos conceptos, se orienta a los agricultores a construir bases sólidas para entender información climática en diferentes situaciones, y lograr complementar sus conocimientos basados desde la percepción, hacia las medidas y cantidades exactas que generan resultados más ajustados.

Una vez la terminología ha sido interiorizada, los asistentes se capacitan en comprender el origen, la importancia y procesos de búsqueda de la información agroclimática, herramienta utilizada por los agricultores para determinar, entre otras cosas, si las lluvias están por encima o por debajo del promedio. Para ello, se utilizan recipientes transparentes con agua colorizada donde, por medio de ejemplos didácticos, se genera conciencia sobre la magnitud de lluvia que puede proveer una tormenta para sus terrenos.
 

Por otro lado, para explicar el concepto de probabilidad climática se utilizan dinámicas con pelotas de diferentes colores, un método intuitivo que permite la interacción con los principios de las probabilidades de forma práctica, generando que los agricultores comprendan que los pronósticos pueden acertar o fallar en la predicción de los escenarios del clima, pues se basan en posibles situaciones en las que los productores deben tomar decisiones efectivas para salvaguardar sus producciones.

La sumatoria de la implementación de la metodología PICSA, las actividades lúdicas propuestas por los implementadores y la interpretación contextualizada de los boletines agroclimáticos han permitido que los agricultores participen de forma activa, comprendan e interioricen los conocimientos de una manera certera, obtengan un mayor empoderamiento de los temas, e incrementen la difusión de los nuevos conocimientos entre las comunidades aledañas.
 

A pesar de los logros alcanzados con la metodología, su implementación ha enfrentado una serie de desafíos en las comunidades. Uno de los retos más significativos ha sido el nivel de educación de las y los agricultores, ya que muchos de ellos tienen un nivel bajo de escolaridad y presentan dificultades para leer y escribir.

Sin embargo, ASORECH y CASM han implementado enfoques pedagógicos para abordar este desafío y mejorar la efectividad de la metodología. Estas estrategias se basan en el conocimiento existente de los agricultores, en donde buscan aprovecharlo y ampliarlo por medio de la construcción de matrices participativas, que consisten en ajustar la toma de decisiones basadas en datos agroclimáticos de los agricultores según los pronósticos del clima, y no basarse únicamente en los meses o fechas calendario que solían ser conocidos como la época con mejores condiciones climáticas para la productividad.  En estas matrices se dibuja el calendario del año lectivo y se encuentran las temporadas más propicias para cada tipo de cultivo según la cantidad de lluvias arrojadas por los pronósticos. 
 

Este enfoque les brinda la oportunidad de compartir su experiencia, conocimiento y a su vez, aprender de las experiencias de otros agricultores y facilitadores y así, determinar las épocas más convenientes para iniciar la preparación de su terreno y dar inicio a las actividades productivas. De esta manera, se promueve un aprendizaje horizontal e integral  , en el que todos los participantes, tanto asistentes como técnicos, se benefician mutuamente y se fomenta el empoderamiento de las y los agricultores en la toma de decisiones relacionadas con sus actividades productivas desde su contexto, siendo resilientes, sostenibles y competitivos.

Es importante que la metodología se adapte a contextos rurales específicos, es decir, tomar en cuenta las particularidades de las comunidades y ajustar los enfoques y herramientas de la metodología, utilizando métodos que permitan una explicación más sencilla de los datos climáticos.

Como se evidencia anteriormente, la parte práctica es muy importante para fundamentar los conocimientos en los asistentes, por ello, incluir una parcela experimental permitiría la observación y la aplicación de las recomendaciones proporcionadas por las MTAs en tiempo real. Esta práctica sería de gran utilidad para que las y los agricultores puedan adquirir confianza en las recomendaciones e implementar las prácticas sugeridas, brindando la posibilidad de evaluar de forma directa, los resultados y las ventajas del proceso, fortaleciendo la adopción y el entendimiento de la metodología, y promoviendo la colaboración y el intercambio de conocimientos entre agricultores y comunidades del sector.

La metodología PICSA ha proporcionado a los agricultores las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y enfrentar los desafíos agroclimáticos que afectan directamente a sus sistemas productivos. El enfoque en el uso e interpretación de la información agroclimática es un paso esencial hacia la Agricultura Sostenible Adaptada al Clima, pues de acuerdo con los resultados climáticos, se pueden establecer estrategias para enfrentar los desafíos de la variabilidad climática en los cultivos, promoviendo actividades productivas, implementando controles sobre los cultivos y evitando pérdidas de insumos y ganancias, un paso más cerca hacia una agricultura sostenible y resiliente ante el cambio climático.

Los socios ASORECH y CASM continúan trabajando en la implementación de PICSA, reconociendo que es un proceso educativo que requiere refuerzos y seguimiento, con el objetivo de generar un fortalecimiento en las capacidades de los agricultores y (mejorar estilos y medios de vida, familias, contextos).
 

Autoras:

• Andrea Surama Borrayo, Asistente Investigación Guatemala, Allianza de Bioversity y el CIAT.
• Daniela Arce, Coordinadora de comunicaciones de Acción Climática LAC y AgriLAC Resiliente, Allianza de Bioversity y el CIAT.
• Daniela Salas, Analista y comunicaciones, iniciativa AgriLAC Resiliente y NPS, Allianza de Bioversity y el CIAT.