Blog Biofortificados: El Equipo que impulsa a pequeños agricultores

Biofortificados El Equipo que impulsa a pequeños agricultores

Entre los programas de mejoramiento de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, y las familias productoras, se encuentra el programa Biofortificados; un equipo que, desde su línea de trabajo, actúa como puente trasladando los avances científicos en mejoramiento de cultivos a los pequeños agricultores.  

Por: Isabela Salazar  

Este grupo de personas lleva 10 años velando por la seguridad alimentaria y nutricional, recibiendo líneas avanzadas de cultivos como fríjol, arroz, maíz, batata y yuca papa de los programas de mejoramiento de cultivos, para ser evaluadas en campo por los agricultores,y posteriormente ser liberadas. Así, estos agricultores pueden beneficiarse no solo nutricionalmente con cosechas de granos biofortificados, sino que también aprenden prácticas sostenibles y amigables de con el medio ambiente, mejorando la calidad de sus productos y reduciendo el impacto ambiental. 

Durante el proceso de evaluaciones agronómicas, el equipo  realiza el seguimiento a las  siembras hasta  obtener las variedades listas para ser registradas ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Estas variedades, obtenidas mediante fitomejoramiento convencional, contienen mayores cantidades de micronutrientes como hierro, zinc y vitamina A.  

“Esto nos ha permitido tener un portafolio variado en el país, pues ya contamos con 5 variedades de fríjol liberadas, una variedad de arroz, una variedad de maíz y un híbrido de maíz. Nosotros le llamamos la canasta básica de alimentos”, comentó Luz Adriana Jiménez, Coordinadora del programa de Biofortificados.  

Además de los agricultores, su público objetivo son los consumidores en zonas rurales. De acuerdo con Sonia Gallego, Asociada Senior de Investigación en Postcosecha, se prioriza a poblaciones vulnerables de Latinoamérica cuya seguridad alimentaria o nutricional está comprometida por la deficiencia de vitaminas y minerales.. Con estos alimentos biofortificados, se busca tener un impacto positivo tanto en la salud como en la calidad de vida de las personas en estas regiones.  

“En todos estos años hemos llegado a 27 departamentos de Colombia, alcanzando unas 50,000 familias rurales. Participamos en la difusión de estos nuevos materiales y en procesos de fortalecimiento técnico en agronomía, postcosecha y  mercados,” manifestó Luz Adriana.  

Aliados en la Seguridad Alimentaria  

Identificar las zonas claves que deben priorizarse es todo un reto, por lo que se apoyan en sus socios, quienes acompañan  el proceso de reconocimiento de estas poblaciones y sus necesidades.  

Entre sus principales aliados se encuentran el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, las Secretarías de Agricultura Departamentales y varias fundaciones como la Fundación Canal del Dique Compas, Fundación Santo Domingo y la Fundación Riopaila. También trabajan colaborativamente con organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos.  

Casos de Éxito  

Son varios los casos de éxito de este equipo, pero uno de los más destacados es un proyecto del Programa Mundial de Alimentos denominado Mujer Rural, el cual se implementó en el  Cauca durante  2021. En este, se entregaron paquetes de semillas biofortificadas y se realizaron diversos talleres sobre técnicas agronómicas, de calidad e inocuidad de cosechas y mercados. “Han pasado tres años y hoy ese grupo de mujeres aún produce el fríjol que les entregamos. Para nosotros esa apropiación y perduración en el tiempo es de resaltar”, contó Luz Adriana Jiménez.  

En Zapatero y Leticia en Bolívar, se ubica otro ejemplo de éxito con el cultivo de arroz. La población contaba con variedades criollas que daban una sola cosecha al año. Según la coordinadora del equipo de biofortificados, con las semillas de arroz entregadas por parte de la Alianza, ya tienen dos cosechas al año, lo que ha aumentado la productividad y sus ingresos, mejorando su calidad de vida.  

Retos Futuros  

El reto diario de este equipo es apoyar constantemente a los agricultores para que puedan aumentar sus áreas de producción. A su vez, planean seguir atrayendo al consumidor tanto de la ciudad como de zonas rurales logrando que se interesen por los alimentos biofortificados y comprendan su importancia en la dieta.  

“La demanda es ahora masificar mucho más la producción para poder llegar a más consumidores. Por ahora, es el reto más grande que tenemos”, comentó Sonia Gallego.