Informe Anual 2020 PABRA es un modelo comprobado de alianzas panafricanas exitosas en investigación y desarrollo

Cerca de celebrar su vigésimo quinto aniversario, la Alianza Panafricana de Investigación en Frijol constituye un modelo de la forma en que un centro CGIAR y países pueden unirse para superar los desafíos del presente 

PABRA colabora con cientos de socios en 31 naciones africanas y celebrará su XXV aniversario en 2021. Además de haber generado y compartido conocimiento, se han desarrollado y liberado más de 600 variedades que gozan de la preferencia de agricultores y consumidores, aumentando los rendimientos, los ingresos y la nutrición de decenas de millones de agricultores y consumidores. 

Estos éxitos se remontan a un notable grupo de socios que conforman PABRA y que juntos se preparan para afrontar los desafíos de la próxima década y las siguientes. 

Un rápido recorrido por el año 2020 demuestra cuán importantes fueron las alianzas para alcanzar los logros: 

  • Variedades de frijol teparí se liberaron en Botsuana, relacionadas con resistencia al calor y agricultores marginados. Dicho frijol se adapta mejor a ambientes muy calurosos, secos y salinos, lo cual ayuda a los agricultores a combatir los impactos del cambio climático y a cerrar brechas nutricionales. 

  • Expandimos la tecnología de frijol trepador hacia las regiones agroecológicas de Burundi con condiciones agroclimáticas similares a las de Ruanda, con el fin de aumentar la productividad del frijol a nivel de finca. 

  • Fortalecimos los sistemas de producción y distribución de semilla, con la participación de socios tanto del sector público como privado, para incorporar varias opciones de distribución de semilla. Esto implicó utilizar paquetes más pequeños de semilla, trabajar con empresarios semilleros descentralizados, particularmente mujeres, y aumentar la distribución de variedades con alto contenido de hierro y zinc en 7 países. 

  • Junto con la creación de alianzas exitosas a largo plazo, PABRA nos ha enseñado cómo luchar mejor contra la desnutrición y la inseguridad alimentaria, apoyando el desarrollo económico de África. El trabajo multidisciplinario ha sido fundamental. PABRA innova con especialistas en fitomejoramiento, pronósticos, políticas, género y nutrición, por mencionar algunos.  

La inversión a largo plazo de financistas ha catalizado más inversiones de los gobiernos o países miembros y del sector privado en las cadenas de valor del frijol. Continuar con ello será clave para seguir cosechando éxitos. 

De cara al futuro, hay varias áreas en las que se enfocará nuestro trabajo. Una es acelerar la innovación, sobre todo en el contexto del cambio climático, que requiere que desarrollemos variedades mejores con más rapidez que nunca. Debemos aprovechar el potencial de las tecnologías digitales que pueden mejorar la inclusión financiera con agricultores del área rural y la mecanización, que mejorará los rendimientos y la rentabilidad de los productores. Debemos ampliar nuestras actividades para asegurar mayor equidad de género e inclusión social en nuestro trabajo y para nuestros beneficiarios. Es necesario que los éxitos que hemos conseguido en biofortificación continúen. Este vínculo entre sistemas alimentarios y nutrición ayudará a combatir la deficiencia de nutrientes, el hambre y la desnutrición. 

También esperamos que este trabajo se expanda a otras legumbres e iniciativas dentro del marco de Un CGIAR.  

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