Métodos alternativos para una producción sostenible de semilla de los nuevos cultivares de frijol

En los países productores de frijol de América Latina se ha reconocido que uno de los muchos factores que afectan negativamente la producción de esta leguminosa, es el poco uso de semilla de calidad. También es un hecho aceptado que la producción y abastecimiento de semilla de frijol por el método convencional (semilla certificada), es muy limitado. Como respuesta a las necesidades de semilla, principalmente para apoyar la promoción y difusión de las variedades mejoradas recién liberadas, los países han buscado métodos alternativos para la producción y distribución de semilla de frijol, procurando mantener la calidad, la oportunidad de la oferta y un precio al alcance de los pequeños productores. A estos métodos alternativos o no convencionales, se les ha agrupado dentro de lo que se llama "producción artesanal de semilla". Las experiencias de los países centroamericanos y andinos en producción artesanal de semilla de frijol, son muchas, de éxitos y fracasos. Los éxitos han sido frecuentes hablando de producción y de calidad, pero son contados los casos de una producción y oferta sostenibles. La experiencia ha mostrado que la producción de semilla a través de grupos organizados es una de las mejores alternativas; han tenido algunos problemas, susceptibles de corrección. Los grupos organizados facilitan las actividades de capacitación, asistencia técnica y seguimiento; como grupo los productores pueden conseguir donaciones, crédito o formar un fondo para gastos de operación; se puede producer un volumen mayor y esperar el beneficio (económico) hasta la venta del producto como semilla. Es importante señalar que la formación del grupo semillerista requiere de mucho apoyo institucional, especialmente en sus inicios y que para su sostenibilidad, además de la demanda del producto, se debe mantener una oferta y calidad de semilla permanentes. Adicionalmente y pensando en el mayor abastecimiento de semilla, deberá buscarse la organización de un sistema integrado para la producción, donde no se descarte la producción de semilla certificada.