Género e inclusión digital

Aumentar el acceso a los servicios financieros y digitales podría mejorar los medios de vida de millones de mujeres. Sin embargo, para lograrlo debemos asegurarnos de que la información, la tecnología y la formación llegan a las mujeres, ayudándolas a tomar decisiones sobre cómo aplicar estos servicios a sus vidas. Entre las barreras que dificultan el uso de las tecnologías digitales se encuentran el acceso limitado, la asequibilidad, la alfabetización digital, la propiedad y el uso, que se ven exacerbados por las barreras lingüísticas y las normas de género.

Las innovaciones digitales y financieras podrían ayudar a las mujeres a superar los obstáculos al comercio. En la actualidad, las mujeres agricultoras comercian sobre todo cerca de sus zonas de producción, mientras que los hombres suelen desplazarse a mercados formales más lejanos, lo que se traduce en mayores ingresos para ellos que para las mujeres debido a la competitividad del mercado. Además, muchas mujeres no tienen garantías de que vayan a controlar sus ingresos por ventas, ya que a menudo los hombres de sus hogares reclaman una parte o la totalidad del dinero ganado por las agricultoras. Las innovaciones en los pagos no monetarios podrían aumentar el control de las mujeres sobre sus ingresos. Sin embargo, para acceder al crédito a menudo es necesario demostrar la existencia de activos y el historial financiero de los prestatarios, algo de lo que carecen muchas mujeres y jóvenes, bloqueando así su acceso al crédito.