Blog Conocimiento agroclimático, estrategia para la toma de decisiones agrícolas en el corredor seco de Guatemala

Para reducir pérdidas o aumentar la productividad de los sistemas agroalimentarios en países de Centroamérica ante las variaciones en el clima, es de vital importancia poder acceder, comprender y hacer uso de información agroclimática contextualizada a nivel local. 

La información agroclimática permite a las agricultoras, agricultores y al personal técnico, tomar mejores decisiones en la planificación y el manejo de los cultivos: como la selección de fechas de siembras más oportunas, mejores variedades de cultivos o hacer modificaciones en la fertilización o el riego, una vez que los cultivos están establecidos. Es necesario, por tanto, apoyar la generación, traducción y la transferencia de información climática local, unido a los servicios de extensión y el aprendizaje participativo para lograr este objetivo. 

La Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), han puesto a disposición del Programa para Construir Resiliencia en Comunidades vulnerables a la inseguridad alimentaria y crisis climáticas (PRO-Resiliencia), liderado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), en Guatemala y financiado por la Unión Europea, toda la experiencia desarrollada en campo sobre la gestión de los riesgos asociados a la variabilidad climática, a través de los métodos participativos de servicios climáticos. 

El enfoque de Servicios Integrados Participativos de Clima para la Agricultura (PICSA por sus siglas en inglés), busca facilitar que los agricultores tomen decisiones fundamentadas en información climática y meteorológica precisa y específica por sitio, con recomendaciones de cultivos pertinentes según su ubicación, alternativas de especies pecuarias y actividades de subsistencia, mediante el uso de herramientas participativas.

Gráfico 1. Flujo de conocimiento que se brinda con la metodología.

PICSA en oriente de Guatemala

A través del programa PRO-RESILIENCIA se están co-diseñando e implementando servicios climáticos a través de la herramienta PICSA, que buscan apoyar a los agricultores del oriente de Guatemala en la toma de decisiones productivas, con base en información agroclimática local. 

‘’La metodología de PICSA no es solo es un boletín, no solo es un pronóstico, sino que es todo un proceso de aprendizaje, decisiones y gestiones para enseñarles a los productores un panorama más claro de dónde salen esos datos, para qué sirve y cómo les va a servir a ellos en la agricultura’’, manifestó Dany Galdámez, apoyo técnico de ADAP CAMBIOS (ONG local socia de PRO-RESILIENCIA).

La iniciativa focaliza sus esfuerzos en tres departamentos del corredor seco guatemalteco: Chiquimula, El Progreso y Zacapa, con un alcance de 6,000 familias productoras de 60 comunidades (alrededor de 30,000 personas agricultoras). En estos departamentos WFP y la Alianza cuentan con experiencia previa en el desarrollo de servicios climáticos, como ha sido a través del enfoque de las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA). Esto contribuye al escalamiento del enfoque y generar un mayor impacto en la población rural de esta región. 

El objetivo principal es que las instituciones encargadas de generar la información agroclimática y el agricultor como usuario final, puedan desarrollar un vínculo sólido de interacción y colaboración. Con ello, se crea el ambiente habilitador para analizar la información de manera participativa y en un lenguaje comprensible, diseñando opciones de adaptación efectivas en cada territorio
 

‘’Es importante tener en cuenta estas herramientas para poder entender y para poder tomar decisiones y llevarlos a la práctica, para mejorar cada una de las opciones que tenemos para la agricultura”, dijo por su parte, Zulmy Manchamé, técnica de campo de la Asociación de Desarrollo socioeconómico de Chiquimula - ASEDECHI (institución socia de PRO-RESILIENCIA).

La metodología de PICSA se está implementando tanto en Guatemala, como en  otros países de América Latina tales como Colombia, Honduras y Paraguay: Escalando los Servicios Climáticos participativos en América Latina. 

Fortalecimiento de capacidades a nivel técnico

Una de las principales actividades, que cuenta con la colaboración con WFP, se enfoca en el fortalecimiento de capacidades de personas técnicas y extensionistas a través de la interacción en las MTA, el aprendizaje de la metodología PICSA y la planeación estratégica para el fortalecimiento y escalamiento futuro.

Desde finales de 2021 e inicios del 2022, se han desarrollado una serie de talleres departamentales y municipales de formación con técnicos y extensionistas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAGA), los gobiernos locales, el WFP, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), la Asociación de Desarrollo Socioeconómico de Chiquimula (ASEDECHI) y la ONG ADAP CAMBIOS.

Los talleres brindan las bases en temas concernientes a: i) el acceso, entendimiento y uso de la información agroclimática; ii) la transferencia efectiva de esta información; iii) la planeación, desarrollo y priorización de prácticas de Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC) por sitio específico y enfocadas principalmente en el uso del agua, semillas, diversificación productiva, manejo del suelo y fertilización; y, iv) el monitoreo y la evaluación de la implementación de dichas prácticas, los cambios en adaptación, productividad y adaptación de los sistemas productivos donde se implementen las prácticas y los servicios climáticos. 

El objetivo de estos talleres es tener un grupo de personas técnicas especializadas en un modelo de capacitación de capacitadores, que puedan replicar la metodología en sus localidades.
 

Gráfico 2. Talleres de PICSA para técnicos en cifras.

Adopción e implementación 

Habiendo concluido el proceso de transferencia de capacidad a nivel técnico, desde febrero de 2022 se iniciaron las implementaciones de PICSA en campo en los municipios de Zacapa, San Jorge y Huité (departamento de Zacapa), San Agustín Acasaguastlán (El Progreso), Olopa, San Juan Ermita, Camotán, Jocotán y Chiquimula (Chiquimula).

Además de la apropiación y uso de información climática local, las familias agricultoras, con el apoyo del personal técnico capacitado, han empezado a tomar mejores decisiones tanto en la planificación de sus cultivos, como en la aplicación de prácticas de resiliencia (llamadas "activos” por parte de WFP); según el contexto específico de cada sitio. 
 

Iniciativas como PRO- Resiliencia nos demuestran la importancia y necesidad de continuar apoyando a los agricultores, y los técnicos que les acompañan, para promover sistemas agroalimentarios más sostenibles y resilientes ante variaciones en el clima. Especialmente en zonas de alta vulnerabilidad como el corredor seco centroamericano.