Blog Diseño Centrado en el Humano: Un enfoque para fortalecer capacidades y co-diseñar herramientas inclusivas para el sector agropecuario centroamericano

Por: Emmanuel Zapata-Caldas (Acción Climática e Inclusión Digital), Melissa Bonilla (Inclusión Digital), Fanny Howland (Género e Inclusión Social) y Anna Muller (Inclusión Digital)

¿Qué estrategia de investigación participativa puede ser útil para lograr una mayor adopción de los servicios climáticos dirigidos a diferentes actores del sistema agroalimentario de Latinoamérica y el Caribe?  

Esta pregunta, cada vez más recurrente entre los investigadores de la Alianza Bioversity-CIAT, no tiene una respuesta sencilla. Sin embargo, empiezan a surgir algunas experiencias alrededor del enfoque conocido como Diseño Centrado en el Humano (DCH) —en las personas o el usuario, como también se le conoce— que son bastante prometedoras. En la Alianza, definimos este enfoque como un proceso abierto e iterativo de cinco fases (Fig. 1): i) identificación de un problema o desafío de investigación (scope o alcance), ii) colección de información de los usuarios (explore o exploración), iii) diseño de prototipos (create o creación), iv) evaluación de prototipos en pilotos con usuarios y grupos interesados (validate o validación) y, finalmente, v) la reanudación el ciclo de diseño a partir de una evaluación constante que tienen lugar durante la fase de escalamiento de la herramienta o solución (escalamiento) (Fig. 1)

Figura 1. Ciclo de diseño de enfoque de DCH implementado en la Alianza Bioversity-CIAT. Fuente: Equipo de Diseño Inclusivo e Investigación de Usuario de la Alianza. 

Un ejemplo de una herramienta fruto del proceso mencionado arriba es «Ushauri»; desarrollada e implementada en Tanzania y que tuvo en cuenta criterios como la inclusión y la accesibilidad. Con el uso de Ushauri, los agricultores acceden a contenido en formato de audio preparado por extensionistas y agricultores experimentados sobre temas como la preparación del suelo, la selección de semillas, la fertilización y la lucha contra las plagas y enfermedades. A través de una línea telefónica, los agricultores graban preguntas en mensajes de voz que son respondidas más tarde por extensionistas por el mismo medio.

Inspirados en experiencias como esta, en el contexto de Latinoamérica y el Caribe (LAC) hemos empezado a generar experiencias que prometen tener un gran impacto sobre los sistemas agroalimentarios de la región. Esto se está logrando en el contexto de la Iniciativa AgriLAC Resiliente, en la que convergen las áreas de investigación de «Acción Climática», «Inclusión Digital» y «Género e Inclusión Social» de la Alianza. Nuestro objetivo es responder de manera orgánica a las necesidades de información agroclimática que tienen los usuarios —mujeres y hombre—. Para ello, realizamos investigación de usuario que nos permita conocer mejor sus entorno, intereses, obstáculos y capacidades. De hecho, los usuarios son vistos como co-diseñadores —expertos— en el proceso de creación de soluciones o herramientas —digitales o no digitales—. Este enfoque se presenta como un cambio de paradigma que puede ser difícil de aceptar de entrada, pero que, a medida que se observan los resultados, se abre un espacio en la Alianza al demostrar su utilidad para traducir y entregar de manera efectiva la información agroclimática más relevantes para los usuarios. 
 

Primeros pasos

Para iniciar nuestro «viaje DCH» en Centro América, el primer paso fue impregnar con la mentalidad DCH a nuestros equipos de la iniciativa AgriLAC en Guatemala (Fig. 2) y Honduras (Fig. 3). Así, en mayo y junio de 2023 realizamos talleres denominados «Diseño centrado en el humano y perspectiva de género» cuyo objetivo fue sensibilizar a nuestros colegas con el enfoque y su relación con la perspectiva de Género e Inclusión Social (GIS); dos abordajes estrechamente relacionados. En efecto, tanto el DCH como GIS reconocen la diversidad de actores sociales y la necesidad de entender en profundidad sus demandas y necesidades particulares para lograr igualdad de acceso a información. Sin reconocimiento de la diversidad social y sin tener un esfuerzo de participación de todos los grupos en el diseño de soluciones, se corre el riesgo de no producir información de interés o de no usar canales de difusión adecuados, limitando, de esta manera, el nivel de adopción sostenible de las herramientas y soluciones producidas. De ahí que al hablar de DCH de manera natural se debe adoptar la GIS. 
 

Lo que buscábamos era i) ayudar a entender el marco conceptual del enfoque de DCH —y relación intrínseca con GIS— para visualizar su potencial en el aumento de la adopción e inclusión de las herramientas desarrolladas y, con base en esto, ii) alentar la aplicación del enfoque en los diferentes proyectos que se están desarrollando en el marco de AgriLAC. 

Meses después y fruto de las conversaciones sostenidas en esos talleres, empezamos a interactuar con algunos socios [...]  

[...] en el caso de Guatemala

Iniciamos con nuestro aliado, el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), realizando un par de talleres para analizar los boletines agroclimáticos que generan actualmente para su red de socios (ingenios azucareros y productores de banano y plátano) (Fig. 4) y conocer las percepciones de los técnicos de los socios respecto a los efectos del cambio y la variabilidad climática sobre la agricultura (Fig. 5). Con este último ejercicio, se buscaba recoger insumos que sirvieran al ICC para identificar la información agroclimática de mayor interés para sus usuarios. 

Sin embargo, el ICC también estaba interesado en llegar a otros usuarios, «pequeños agricultores», y sabía que los boletines producidos para ingenios y productores a gran escala no cumplían con ese propósito debido a su alto contenido técnico y, principalmente, a la falta de conocimiento sobre las principales variables de interés para los pequeños agricultores. Fue así como se aprovechó para realizar un ejercicio de investigación de usuario —un elemento de las fases de alcance y exploración (fase 1 y 2, Fig. 1) del DCH—. En el marco del proyecto Altiplano Resiliente, en el cual el ICC actúa como uno de los ejecutores y la Alianza como colaboradora, se puso en práctica el enfoque DHC para alcanzar tres objetivos: i) establecer las tipologías de usuario —también conocidos como personas—, en comunidades del Altiplano guatemalteco y el departamento de Santa Rosa, ii) identificar el tipo de información agroclimática que necesitan los usuarios y los principales problemas que afrontan frente a su acceso y uso, y iii) determinar canales de difusión de información agroclimática por tipología de usuario.

Estos objetivos definieron nuestra hoja de ruta y, en el mes de agosto 2023, como parte del ejercicio de investigación de usuario, se realizaron cinco talleres y 27 entrevistas a agricultores y técnicos en tres comunidades del Altiplano guatemalteco (Patzicía, Patzún y Tecpán) y una del departamento de Santa Rosa (Chiquimulilla, al sur oriente del país), logrando identificar las principales necesidades de agricultoras, agricultores, técnicas y técnicos que participaron en las actividades: 

  • ¿Cuándo inician las lluvias? Para preparar la primera temporada de siembra 
  • ¿Cuándo inician la canícula? Para saber qué prácticas de manejo son las más convenientes en esa época particular del año 
  • ¿Cuándo regresan las lluvias? Para preparar la segunda temporada de siembra 

Actualmente, hemos identificado tipologías de usuario para agricultoras y agricultores, y realizado los primeros prototipos de boletines agroclimáticos para ellos. En el caso de las agriculturas, tenemos la representación de «Carmenza», una mujer dedicada a la agricultura, cultivando milpa, arveja y repollo, y criando pollos para consumo y venta. En cuando a los agricultores, está «Augusto», un apasionado de la agricultura que a pesar de residir en un entorno urbano dedica la mayor parte de su tiempo al cultivo de maíz y diversas hortalizas, como zanahoria, remolacha, lechuga y coliflor. Es decir, nos encontramos en la fase de creación del enfoque de DCH (fase 3, Fig. 1). Estos avances fueron presentados en noviembre en un taller sobre resultados del proyecto Altiplano Resiliente en el que recibimos retroalimentación sobre los prototipos de boletines (Fig. 6). Se espera tener el primer boletín finalizado para usuarios como «Carmenza» y «Augusto» durante el primer trimestre de 2024 para evaluar en un ejercicio piloto (fase 4, validación, Fig. 1).  
 

[...] en cuanto a Honduras

Realizamos 15 entrevistas, en este caso no solo a agricultores y técnicos —mujeres y hombres—, sino también a tomadores de decisiones de instituciones gubernamentales como Infoagro, la Dirección de Ciencia y Tecnología agropecuaria (DICTA) de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS), para empezar con la identificación de las tipologías de usuario. Estas personas fueron identificadas por los colegas de la Alianza en Honduras. También participamos en la Mesa Agroclimática Participativa (MAP) del Paraíso, en la que pudimos observar la dinámica para la generación de las recomendaciones agropecuarias con base en el pronóstico estacional proporcionado por CENAOS (Fig. 6).

Ahora nos encontramos en el proceso de construcción de las tipologías de usuarios —personas— y, en una segunda fase, que se llevará a cabo durante los primeros meses de 2024, se realizarán los primeros prototipos de boletines para agricultores, y reportes agroclimáticos para técnicos y tomadores de decisiones. 

Reflexiones finales

Como se puede observar, el enfoque de DCH es una apuesta interesante para llevar a cabo investigación interdisciplinaria entre modeladores de clima, agrónomos, científicos sociales (e.g., geógrafos, antropólogos, etc.), diseñadores industriales, ingenieros de sistemas y, por supuesto, agricultoras, agricultores, técnicas y técnicos. Además, la experiencia generada hasta el momento indica que existe un gran interés en mejorar la forma en que se genera, comparte e interpreta la información agroclimática.  
 
Tras esta primera experiencia, la cual se basa principalmente en el desarrollo de las tres primeras fases del enfoque DCH (i.e., alcance, exploración y creación) (Fig. 1), durante el 2024 esperamos realizar los pilotajes e implementación de los boletines y reportes agroclimáticos en Guatemala y Honduras, y evaluar el nivel de adopción en las poblaciones en las que lo implementemos. Más adelante compartiremos esos hallazgos para validar con hechos la efectividad de una estrategia participativa y centrada en los usuarios para lograr los niveles de adopción que correspondan a los esfuerzos técnicos y de financiación que la Alianza realiza con el fin de mejorar las condiciones agroalimentarias de LAC.