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Diagnóstico de brechas de género en la cadena de valor de marañón en la región Golfo de Fonseca, Honduras

Teniendo en cuenta que definir y medir el empoderamiento de las mujeres es un reto en proyectos de desarrollo, en este análisis se usan los seis indicadores de empoderamiento identificados como prioritarios en la construcción del Índice de Empoderamiento de las Mujeres en Agricultura (WEAI) para identificar las brechas de género y las limitaciones para el empoderamiento que hombres y mujeres productoras y procesadoras de marañón enfrentan en la región Golfo de Fonseca. El diagnóstico evidencia el importante rol que tienen las mujeres tanto en las fases de producción como de procesamiento, al tiempo que revela que ellas tienen menos oportunidades que los hombres para progresar, lo cual afecta su nivel de empoderamiento. En general, se identificó que el trabajo de las mujeres en actividades de producción y procesamiento es concebido muchas veces, por hombres y mujeres, como “apoyo” o “ayuda” al trabajo de los hombres; así como también se evidenció que en la región se asumen muchos estereotipos sobre las capacidades físicas de las mujeres que fomentan la discriminación en puestos de trabajo. Al comparar los dos eslabones se encontró que “carga de trabajo”, “pertenencia a grupos” y “acceso y toma de decisiones sobre crédito” son los indicadores en los cuales las mujeres productoras y procesadoras presentan los niveles de empoderamiento más bajos y, el indicador de “carga de trabajo” es el que mayor brecha presenta entre hombres y mujeres en ambos eslabones. Es decir, tanto las mujeres productoras como las procesadoras de la nuez, están dedicando más horas a trabajar en actividades productivas y de cuidado del hogar que sus contrapartes hombres. La combinación de las altas cargas de trabajo, la poca pertenencia a grupos y el bajo nivel de propiedad de activos, se traducen en barreras para alcanzar una mayor participación en decisiones y el acceso y decisiones sobre crédito. Por lo tanto, teniendo en cuenta que los proyectos de desarrollo rural buscan dar oportunidades para mejorar las condiciones de vida de la población rural, se sugiere que las personas a cargo de la formulación e implementación de proyectos y programas diseñen e implementen estrategias de género que respondan a las brechas identificadas en este diagnóstico. Al hacerlo, se garantizará que los obstáculos que las mujeres y los hombres enfrentan para tener mayor inclusión en la cadena de valor de marañón sean tenidos en cuenta, al tiempo que se alcanzarán mejores resultados en el empoderamiento de las mujeres y en la reducción de desigualdades de género.