From the Field ¿Cómo mejora el Laboratorio de Sistemas Alimentarios la dieta urbana en Kisumu, Kenia?

Descubra cómo los investigadores de la Alianza colaboran con los residentes de barrios de bajos ingresos para mejorar la producción y el consumo de alimentos nutritivos como las verduras de hoja verde africanas y el pescado.

Por Christine Chege, Casey Tokeshi, Consolata Musita

Comprender el acceso a alimentos nutritivos

En Kisumu, una ciudad portuaria keniana a orillas del lago Victoria, los residentes de bajos ingresos tienen un acceso limitado a alimentos nutritivos, lo que se traduce en una dieta de calidad deficiente. Se trata de un grave problema no sólo para la salud y el bienestar de las personas, sino que también acarrea consecuencias sociales, económicas y medioambientales perjudiciales.

Superar estos retos y lograr el Hambre Cero (Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la ONU) requiere un enfoque multisectorial. Así lo ejemplifica el Laboratorio de Sistemas Alimentarios de Kisumu (FSL-Ki), una iniciativa liderada por la Alianza de Bioversity y el CIAT en el marco del Proyecto HealthyFoodAfrica, que abarca diversos sectores como la salud, la nutrición, la agricultura, la pesca y la educación. ¿Su objetivo? Proporcionar alimentos variados, inocuos, nutritivos y asequibles a los pobres de las zonas urbanas.

El Laboratorio trabaja en dos cadenas de valor clave: legumbres de hoja verde Africanas y pescado, implementando actividades a través de diversos componentes del sistema alimentario (Figura 1).

Figura 1: Intervenciones del FSL-Ki y resultados esperados. Diseño gráfico: Carolina Polo.

Innovar para una dieta más saludable

El proyecto está aplicando técnicas de producción innovadoras para crear huertos urbanos y acuaponía. En los huertos urbanos, las mujeres y los jóvenes producen hortalizas principalmente para el consumo doméstico, y las venden a los vecinos y otros consumidores cuando hay excedentes. Estos huertos proporcionan acceso a productos nutritivos que suelen ser demasiado costosos para que los hogares con bajos ingresos los compren y consuman de forma habitual. Del mismo modo, la acuaponía aumenta el acceso a pescado y verduras para el consumo doméstico y para ventas adicionales. La educación nutricional aumenta aún más la sensibilización de los consumidores sobre lo que necesitan comer para lograr una dieta sana, y por qué es importante.

 

Huerto vertical de un hogar en la zona urbana de Kisumu. Crédito: R.Ouko/Alianza

Actualmente existen muchos retos en las cadenas de valor del pescado y las verduras de hoja verde africanas en la región de Kisumu. A través del Laboratorio de Sistemas Alimentarios, los investigadores tienen previsto trabajar con las partes interesadas para abordar algunos de los obstáculos más persistentes de la cadena de valor. Entre ellos están el acceso al mercado para los productores, la gobernanza de la cadena de valor, el acceso a los productos básicos por parte de los consumidores y la disponibilidad oportuna de los productos básicos por parte de los comerciantes. Mejorar la funcionalidad de las cadenas de valor hará que estos dos nutritivos productos básicos estén más fácilmente disponibles y sean más asequibles para los consumidores, mejorando así su consumo y sus dietas, así como sus medios de subsistencia.

Recopilación de datos agronutricionales de alta calidad

Los datos son importantes para que los formuladores de políticas, las entidades empresariales y otros actores del sistema alimentario tomen decisiones fundamentadas; sin embargo, en muchos países, entre ellos Kenia, los datos que vinculan la agricultura y la nutrición siguen sin estar disponibles o son insuficientes. Durante el estudio de referencia del proyecto HealthyFoodAfrica, los investigadores del Laboratorio de Sistemas Alimentarios empezaron a recopilar diversos datos sobre agricultura y nutrición para comprender mejor la situación actual del sistema alimentario e identificar cómo se pueden mejorar las dietas en un espacio orientado a la agricultura. Los estudios incluyen:

Evaluación del entorno alimentario

En cuatro asentamientos informales de la zona urbana de Kisumu se realizaron mapeos de vendedores, encuestas en profundidad a vendedores y entrevistas a informantes clave: Manyatta A, Manyatta B, Obunga y Bandani. Los datos recogidos incluían la identificación de los alimentos, el punto de venta, la dinámica de género del vendedor y las tipologías de los vendedores. Se mapeó a un total de 2.900 vendedores. El objetivo de estos estudios era comprender cómo influye el entorno alimentario en las elecciones de alimentos y los patrones de las dietas de los consumidores.

Una mujer exhibe pescado a la venta en un mercado de Kisumu. Crédito: C.Tokeshi/Alianza

 

Encuesta a los consumidores domésticos

Se realizaron encuestas cuantitativas en 500 hogares de los cuatro barrios marginales, dirigidas a hogares con mujeres en edad reproductiva (15-49 años) y niños de 6-23 meses. El objetivo de esta encuesta era evaluar el consumo de alimentos, la diversidad de las dietas, la adquisición de alimentos, los conocimientos, actitudes y prácticas en materia de nutrición (CAP), y la producción urbana de cultivos, pescado y animales, entre otros.

Además, se realizaron entrevistas en profundidad a 20 hogares para captar cualitativamente la experiencia más amplia de estos hogares dentro de su entorno alimentario, así como para comprender mejor sus comportamientos de consumo de alimentos. Por último, también se recopilaron datos de 24 horas sobre el consumo de alimentos.

Los datos obtenidos de estas encuestas serán fundamentales para generar el perfil nutricional del FSL-Ki y brindar información para fundamentar las intervenciones del proyecto, especialmente en la creación de materiales de educación y sensibilización nutricional, la creación de huertos familiares y la acuaponía.

Una mujer mide los alimentos consumidos durante la encuesta a consumidores. Crédito: C.Musita/Alianza

 

Entrevistas sobre políticas y programas

Se realizaron diez entrevistas con informantes clave, entre los que se encontraban funcionarios del gobierno del condado, líderes del mercado y representantes de ONG, con el fin de comprender el entorno alimentario, especialmente las cadenas de valor de frutas, verduras y pescado, a través de una perspectiva estructural. Estas entrevistas también incluyeron preguntas sobre las políticas y los programas que afectan al comportamiento de consumo de alimentos de los asentamientos urbanos informales.

Estudios de evaluación de la cadena de valor

Para profundizar en las cadenas de valor de doble foco, los investigadores están mapeando la cadena de valor completa para ver cómo fluyen los productos básicos desde la producción hasta el consumo. Kisumu linda con el lago Victoria, y en esta zona se produce una gran cantidad y diversidad de pescado, aunque, según informan los residentes, la mayor parte del pescado de Kisumu no llega al plato del consumidor promedio de Kisumu. Del mismo modo, la evaluación de la cadena de valor de las verduras de hoja verde africanas ayudará a identificar su flujo de productos básicos (commodities), además de los retos y las oportunidades para aumentar su consumo.