Blog Conjunto de herramientas de diseño: inclusión de las agricultoras en la revolución digital

La revolución móvil está transformando rápidamente los países de bajos y medianos ingresos, y el sector agrario no es una excepción. En muchos países, ya hay más suscripciones activas a teléfonos móviles que ciudadanos. En países como la India, Kenia o Etiopía, docenas de empresas emergentes e iniciativas gubernamentales abordan los retos agrícolas con servicios digitales, y cada vez más pequeños agricultores pueden recibir la información que tanto necesitan en la palma de su mano. Al menos el 10% de los agricultores y pastores subsaharianos utilizan regularmente un agroservicio en su teléfono móvil: desde acceder a pronósticos meteorológicos hasta consultar los precios del mercado o recibir consejos personalizados sobre producción en sus teléfonos.

Pero, ¿quién se beneficia realmente de estos servicios?

"En muchos lugares, es menos probable que las agricultoras posean un teléfono, sepan leer y escribir o incluso tengan tiempo para consumir y procesar nueva información".

explica Anna Müller, científica del área de investigación en Inclusión Digital de la Alianza de Bioversity y el CIAT. La experiencia demuestra que muchos de los servicios existentes se adoptan menos entre las agricultoras que entre los agricultores. En parte, argumenta, esto es consecuencia de procesos de diseño sesgados que presentan a los usuarios "estándar" de los agroservicios digitales como agricultores relativamente ricos, educados y de sexo masculino. Una falla común en el desarrollo digital - también fuera de la agricultura - es el prejuicio de capacidad, por el que los creadores de servicios digitales asumen un nivel exagerado de preparación digital. Para muchas agricultoras con acceso limitado a dispositivos, electricidad, tiempo de antena, alfabetización y poder de decisión en finca, la actual revolución digital sigue siendo una "fata morgana".

Por supuesto, también hay servicios digitales que abordan las necesidades y capacidades de las mujeres, por ejemplo, centrándose en las cadenas de valor dominadas por las mujeres o requiriendo niveles más bajos de alfabetización digital. Para ayudar a los investigadores a crear herramientas digitales que funcionen para las mujeres, una guía y un conjunto de herramientas publicados recientemente explican la práctica del diseño digital con inclusión de género. Diseño inclusivo significa involucrar activamente a las mujeres y otros grupos marginados en el desarrollo de soluciones digitales, explica Berta Ortiz-Crespo, experta en diseño digital de la Alianza de Bioversity y el CIAT:

"Trabajar con un equipo diverso, que incluya desarrolladores digitales y expertos en género, pero especialmente mujeres de la comunidad objetivo, es absolutamente clave para lograr soluciones que funcionen."

Desde la identificación de la percepción específica del problema por parte de las mujeres, pasando por la lluvia de ideas conjunta para encontrar soluciones, hasta la recopilación de retroalimentación sobre los primeros prototipos, la guía apoya un proceso iterativo que capacita a los equipos de investigación para crear soluciones digitales que tengan en cuenta la dimensión de género en el desarrollo agrícola.