Blog "Ahora es el momento de actuar": científicos identifican caminos para cumplir con los objetivos mundiales de biodiversidad

Las experiencias combinadas de 20 países han ayudado a identificar soluciones tanto para conservar la biodiversidad como para mitigar el cambio climático, al tiempo que se cumplen con los objetivos de seguridad alimentaria. En esta conversación con la científica y coautora del nuevo informe Sarah Jones, analizamos por qué no es demasiado tarde para actuar.

Lecciones aprendidas

  • Luchar contra la pérdida de biodiversidad requiere medidas inmediatas, según un informe del consorcio científico FABLE basado en datos y proyecciones específicas de cada país.
  • En muchas ocasiones, las principales acciones, que incluyen el cambiar las dietas, aumentar la productividad agrícola y ganadera,  restringir la expansión de las tierras agrícolas, también pueden contribuir a mitigar el cambio climático sin poner en riesgo la seguridad alimentaria.
  • El informe evalúa el impacto global de las acciones factibles a nivel nacional para conservar la biodiversidad, teniendo en cuenta los diferentes riesgos y compensaciones.

Pérdida de la biodiversidad: menos perceptible, pero tan urgente como el cambio climático

¡Hola Sarah! Este nuevo informe de FABLE aborda la pérdida de biodiversidad: ¿por qué ahora?

Sarah Jones: "Con este informe queríamos transmitir la necesidad urgente de conservar la biodiversidad. El cambio climático ha recibido mucha atención en la última década, en parte porque sus efectos ya se sienten; en cambio, la pérdida de biodiversidad no es tan fácil de percibir y gran parte de su impacto será gradual. La extinción de una especie puede que no cambie mucho la situación, pero los efectos acumulados serán desastrosos. No podemos recuperar las especies una vez hayan desaparecido.

Todos dependemos de la biodiversidad para muchos factores, especialmente la agricultura. Una de las principales razones para escribir este documento fue destacar el sistema de producción de alimentos, ya que depende tanto de la biodiversidad y debería tener un interés activo en cómo conservarla. Dependemos de servicios ecosistémicos como la polinización, el control de plagas, el suelo, el ciclo de nutrientes... los agricultores son conscientes de ello desde hace mucho tiempo. Y está bajo nuestro control. Ahora mismo tenemos la oportunidad de intentar revertir la situación.

 

El informe deja claro que podemos avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos globales tanto de mitigación del clima como de conservación de la biodiversidad a través de determinadas acciones capaces de crear sinergias entre estos dos grandes retos."

Encuentra el informe completo aquí.

Aunar nuestros conocimientos nos permitirá mejorar las políticas y prácticas.

Volvamos atrás y hablemos del proceso que se ha seguido. Alguien que esté leyendo podría preguntarse: "Aquí tenemos otro informe mundial que habla de lo importante que es la pérdida de biodiversidad, de que tenemos que actuar ahora mismo, de que ya es demasiado tarde...". ¿Qué tiene de particular?

"El informe es el resultado del FABLE, (Consorcio para la Alimentación, la Agricultura, la Biodiversidad, el Uso del Suelo y la Energía). Se trata de una iniciativa de colaboración en la que participan institutos de políticas e investigación de 20 países, junto con socios internacionales, que trabajan con grupos interesados locales para intentar desarrollar caminos viables para que los sistemas alimentarios y terrestres alcancen los objetivos de sostenibilidad para 2050.

Esta es la mayor red que conozco que reúne iniciativas de modelación en distintos países. Creo que es un punto fuerte del consorcio y también un buen enfoque para intentar resolver estos problemas. Es muy difícil encontrar soluciones buenas e integradoras, pero unir las ideas y la experticia de muchos países nos da más posibilidades".

Metodología para el informe FABLE

"Estos resultados se diferencian de cualquier otra iniciativa de modelación, porque no presentamos rumbos trazados por cada país de forma aislada, sino rumbos que son consistentes a nivel mundial. Eso es clave, sobre todo cuando se trata de supuestos sobre comercio internacional para preservar la biodiversidad. La noción de consorcio es lo que permite esta interconexión entre los rumbos de los distintos países".

Si estuvieras en una sala con un político ahora mismo, ¿qué te gustaría que supiera?

Hay cosas que podemos hacer: los cambios en la dieta son sin duda clave para mejorar la situación. Por otra parte, la productividad agrícola y pecuaria en algunos lugares es muy baja; por esto, cerrar las brechas de rendimiento y asegurarnos de que somos capaces de minimizar la tierra utilizada para la agricultura es definitivamente parte de la solución.

Pero una advertencia es que los métodos industriales para aumentar la productividad son malas noticias para la biodiversidad, y para casi todo lo demás. Los aumentos de productividad deben hacerse con cuidado, y necesitamos más investigaciones y experiencias de los agricultores que nos cuenten, por ejemplo: ¿Qué prácticas agroecológicas cierran eficazmente las brechas de rendimiento en diferentes lugares? ¿Podemos utilizar especies adaptadas a la zona que no sean las más productivas, pero que tengan rendimientos estables a lo largo del tiempo y puedan cultivarse con menos insumos? ¿Podemos intentar aumentar la calidad y la densidad de los cultivos y el ganado en una zona determinada para obtener más y mejores productos cosechables? Podría seguir, pero al final se trata de imitar a la naturaleza y trabajar con ella en la forma de producir alimentos, incluso para aumentar la productividad.

En qué se traduce exactamente esto para los países que intentan cumplir con los objetivos mundiales?

"El mismo patrón de actuación ha sido eficaz en muchos lugares diferentes. Por ejemplo, todos los países que aumentan su proporción de tierras en las que predominan los procesos naturales, (tierras en las que la biodiversidad puede prosperar relativamente sin ser perturbada por el ser humano), han supuesto una disminución o un menor aumento de la ingesta calórica per cápita. Al limitar también el desarrollo de nuevas tierras agrícolas, aumentar la productividad agrícola y ganadera o frenar el crecimiento de la población, los países contribuyen mucho más a cumplir los objetivos mundiales de biodiversidad y a menudo salen ganando todos con los objetivos de seguridad alimentaria y mitigación del cambio climático.

Por ejemplo, en México, observamos un gran aumento (72%) para 2050 de las tierras en las que predominan los procesos naturales en uno de los escenarios evaluados, principalmente a través de la restauración de tierras agrícolas abandonadas para convertirlas en pastizales, matorrales y humedales. La tierra agrícola se liberó reduciendo la carne y otros productos de origen animal en las dietas, aumentando la productividad de los pastos, además de incrementar las importaciones de productos ganaderos. México cumplió sus objetivos de producción de alimentos y pudo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 28%, a pesar de que perdió 0,7 Mha de cobertura forestal.

Se debe destacar que los países han hecho un primer intento de plantear escenarios de sostenibilidad ambiciosos, trabajando con las partes interesadas locales para entender lo que es posible desde un punto de vista realista. En muchos países, los resultados se están debatiendo ahora con grupos interesados nacionales y esto está abriendo la puerta a nuevos debates sobre lo que es posible y si se pueden considerar compromisos y acciones más ambiciosos. Será necesario un alto nivel de ambición en todos los países para alcanzar el espectro completo de objetivos que nos proponemos como planeta".

Del compromiso a la acción: ¿quién tiene un rol que desempeñar?

En el último año hemos sido testigos de numerosas conferencias internacionales como la COP15 (sobre Biodiversidad de la ONU) y la COP26 (acerca del Clima). ¿En qué medida están funcionando y qué le diría a alguien que cuestiona los progresos realizados?

"El reciente Informe del IPCC sobre el clima señala que nuestros avances son demasiado lentos. Ya estamos en el umbral para mitigar los peores daños.

Pero se están tomando medidas, y eso es muy bueno. Incluso los gobiernos que se reunieron el año pasado para hacer estas promesas de cara a la COP26 y COP15 para la biodiversidad, son muy positivas y ambiciosas, por lo que resultan prometedoras.

Tengo la esperanza de que en 2022 se produzca un cambio real. En realidad, es nuestra última oportunidad. Llevamos oyendo eso desde hace un par de años, y creo que es realmente cierto, es nuestra última oportunidad ahora para detener el impacto negativo que nosotros, los humanos, estamos teniendo sobre otras especies.

Los compromisos políticos deben ir seguidos de acciones firmes y ambiciosas que ayuden a cambiar los sistemas alimentarios hacia resultados más sostenibles. Los políticos tienen que respaldar esta agenda, no solo con palabras, sino también con acciones, con inversión pública para apoyar a los agricultores y a los consumidores para que puedan permitirse invertir en lo que requieren, tengan los conocimientos y las habilidades, y tengan los incentivos para hacer el cambio hacia sistemas alimentarios sostenibles. Como consumidores y productores, también tenemos que comprometernos y participar activamente".

Ha mencionado el papel de los políticos, consumidores y productores. ¿Y el de los científicos?

 

"Resultados como este informe demuestran que la ciencia tiene un importante rol que desempeñar en la búsqueda de soluciones. El informe se basa en datos y modelos; al trabajar con grupos interesados nacionales de 20 países y equipos internacionales para elaborar proyecciones razonables sobre las ambiciosas medidas que podrían adoptarse en distintos lugares, los científicos pudieron encontrar una hoja de ruta optimista pero factible para alcanzar los objetivos mundiales de biodiversidad, mitigación del cambio climático y producción de alimentos de aquí a 2050.

Las medidas que se están proponiendo en todos estos lugares y su impacto potencial combinado nos están mostrando que podemos hacer verdaderos progresos para revertir la crisis de la biodiversidad. La investigación científica y las interacciones entre ciencia y política son las que permiten desarrollar métodos y herramientas y cotejar datos para poder modelar lo que podría suceder razonablemente en el futuro.

Al mismo tiempo, los científicos y los institutos nacionales tienen un rol que desempeñar en la mejora de los datos existentes sobre biodiversidad; las buenas proyecciones se basan en buenos datos. En este informe, hemos utilizado un indicador que identifica las zonas de suelos del mundo en las que la naturaleza prospera (predominan los procesos naturales) porque pertenecen a una de las Áreas clave para la biodiversidad de BirdLife International, o porque el suelo está relativamente poco alterado por el hombre. Es necesario seguir investigando, por ejemplo, para determinar dónde los paisajes agrícolas y otros paisajes dominados por el hombre proporcionan un hábitat importante para la biodiversidad y deberían incluirse en la planificación de la conservación de la biodiversidad. El Consorcio FABLE tiene previsto seguir trabajando partiendo de lo que ha dejado este informe y apoyar a los países en la identificación de rumbos integrados hacia un futuro más sostenible."


Esta entrevista ha sido editada para mayor claridad y extensión.

Lee el informe

Sobre Sarah Jones

Sarah JonesSarah es investigadora en la Alianza de Bioversity International y el CIAT, y trabaja en cómo producir alimentos de forma sostenible. Lidera la línea de trabajo sobre biodiversidad en FABLE, colaborando con los equipos de los países para identificar datos, indicadores y métodos adecuados para el seguimiento de los impactos de los sistemas alimentarios y de uso de la tierra en la biodiversidad y viceversa.

Acerca de FABLE

El Consorcio para la Alimentación, la Agricultura, la Biodiversidad, el Uso del Suelo y la Energía (FABLE) es una iniciativa de colaboración para apoyar el desarrollo de caminos nacionales para la alimentación y el uso del suelo coherentes a nivel mundial a mediados de siglo, que puedan servir de base a las políticas hacia una mayor sostenibilidad. FABLE forma parte de la Coalición por la Alimentación y el Uso del Suelo (FOLU). El Consorcio reúne a equipos de investigadores de 20 países y socios internacionales de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN), el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), la Alianza de Bioversity International y el CIAT, y el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK). Los autores desean dar las gracias a la Iniciativa Internacional de Clima y Bosques de Noruega (NICFI), así como a los demás colaboradores de FABLE. Más información aquí.