Press and News Efecto de la pandemia del COVID-19 en el sector arrocero de América Latina: Análisis situacional y perspectivas

Con más de 2,3 millones de casos confirmados hasta la fecha y más de un tercio de la población mundial bajo algún tipo de restricción en movilización o confinamiento, la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha afectado abruptamente el comportamiento del mercado de alimentos en el mundo, siendo el arroz uno de los casos más sobresalientes. Si bien el precio de algunos alimentos básicos ha decaído por contracciones de la demanda, debido a la pandemia del COVID-19, el precio del arroz ha experimentado un incremento en los mercados.

Los precios internacionales de exportación de arroz en el primer trimestre del año mantuvieron una tendencia ascendente, debido principalmente a la acumulación de existencias por parte de los consumidores y comerciantes en distintos países y a restricciones a las exportaciones de arroz en Vietnam, a fin de asegurar el suministro del mercado nacional durante la pandemia (FAO, 2020b). Reducción en el suministro de mano de obra para la producción, canales de distribución interrumpidos, desplazamiento de las fechas de siembra, e implementación de nuevas medidas de reducción a las exportaciones, son algunos de los resultados de las medidas de confinamiento y restricción a la movilidad que varios países productores han impuesto, lo cual pone en riesgo las existencias de arroz a nivel mundial para el segundo semestre del año.

Los precios internacionales de arroz mantuvieron una tendencia ascendente por tercer mes consecutivo, incrementando el Índice de Precios FAO para Todos los Tipos de Arroz en un 4.5% en relación a diciembre de 2019.

Por ejemplo, países principalmente importadores de arroz como Costa Rica, El Salvador y Panamá aprobaron nuevas cuotas de importación para garantizar el abastecimiento, mientras que en Argentina y Colombia se han aplicado medidas que apuntan a fijar los precios y evitar la especulación de productos básicos, incluido el arroz. Para incentivar la producción, algunos países como Argentina, Bolivia, Colombia, Perú y México pusieron a disposición del sector agropecuario nuevos fondos de créditos con tasas de interés preferenciales. Todo esto se suma a medidas de reprogramación de créditos y subvención en las tarifas de servicios básicos y combustible implementadas por diversos países, además de pagos directos y entrega de bolsas de alimentos a familias de bajos ingresos, que esperan alcanzar una importante proporción de la población rural (FAO, 2020c; IICA, 2020a).

A pesar de las medidas implementadas, los impactos económicos del confinamiento ya se han empezado a sentir en una región con una predominante economía informal y alta vulnerabilidad social. Se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina se contraiga en un 4,6 % este año (Banco Mundial, 2020), mientras que se prevé una pérdida equivalente a 14 millones de empleos para el segundo trimestre de 2020 (OIT, 2020). Esta situación ya está afectando el poder adquisitivo de la población, lo que proyecta a aumentar la demanda de arroz, al ser este un alimento básico cuyo consumo tiende a incrementar en periodos de crisis económica. Asimismo, la reducción en el ingreso de los hogares amenaza con incrementar drásticamente el número de personas sufriendo hambre y desnutrición, lo que se suma al posible escenario de distorsión de precios a raíz de las políticas implementadas y desabastecimiento de alimentos, sobre todo en países importadores como Bolivia, El Salvador, Venezuela, Haití y Honduras (FAO, 2020d; IICA, 2020b).

Enfrentar escenarios de desabastecimiento y distorsión en los precios de arroz sería un gran reto para muchos países de la región, tanto para la producción como para el consumo. Por el lado de los productores, la competitividad de muchos países de la región es baja, con altos costos y grandes brechas en productividad.  Por el lado del consumidor, el precio que paga es mayor al precio internacional. Los datos analizados para 10 países de la región en 2019 indican diferencias que van desde el 24 % en Brasil, con relación al mercado internacional, hasta del 240 % en el caso de Haití (FLAR, 2020).

Todo esto se suma al hecho de que el arroz es un alimento fundamental en la dieta latinoamericana, al representar la segunda principal fuente de calorías y el tercer alimento de origen vegetal más consumido en la región (FAO, 2020a). En países con sistemas intensivos de producción y con una predominante presencia de productores de agricultura familiar en el rubro, como Perú, Ecuador, Panamá, Bolivia y Honduras, el sector representa una importante fuente de trabajo para miles de familias rurales. Asimismo, el arroz es una fuente de divisas para países exportadores como Uruguay, Paraguay, Argentina y Guyana. Por otro lado, países como como Haití, Panamá, México, El Salvador, Venezuela, y Brasil, entre otros,  dependen en alguna medida de las importaciones para el abastecimiento de la demanda local, siendo Brasil el mayor consumidor de arroz en la región (FLAR, 2020).

Ante este panorama, es fundamental reforzar los sistemas de producción y distribución de arroz a escala nacional y regional para garantizar el sostenimiento del rubro y el bienestar de la población en general. Es por esto que surge la necesidad de documentar los efectos que están teniendo las acciones implementadas por los países de la región en la producción y consumo de arroz, lo que permitirá evaluar cómo la pandemia está afectando a los actores de la cadena y analizar cómo las medidas de contención, implementadas por los países, pueden afectar la producción y distribución de arroz en los sistemas alimentarios de la región en los próximos meses.

Ante esta necesidad, el Observatorio del Arroz para América Latina, liderado por el Laboratorio de Economía Aplicada de la Alianza Bioversity-CIAT y el FLAR, en colaboración con el Programa de Arroz de la Alianza y Harvest Plus, está realizando un diagnóstico participativo con actores claves del sector en la región, a fin de evaluar el impacto del COVID19 en la producción y suministro de arroz en América Latina.

nuestras organizaciones se plantean con este estudio priorizar los temas de investigación y escalar tecnologías que respondan a las necesidades del sector arrocero y fortalezcan la seguridad alimentaria, acorde con las políticas y acciones implementadas en el marco de esta pandemia.

Eduardo José Graterol MatuteDirector Ejecutivo del FLAR

El diagnóstico se realiza mediante encuestas con actores claves del sector, los cuales hacen parte de la red de socios y aliados estratégicos del FLAR y Harvest Plus. Los resultados de la encuesta serán discutidos en un foro virtual que será anunciado a través de las redes de la Alianza y del FLAR, para así generar un informe sobre la situación del sector arrocero a nivel regional.

Referencias

Banco Mundial. (2020). The Economy in the Time of Covid-19 (Semiannual Report of the Latin America and Caribbean Region, p. 64). World Bank.

FAO. (2020a). Nuevos Balances Alimentarios. FAOSTAT.

FAO. (2020b, abril). EST: Informe FAO de actualización de precios del arroz.

FAO. (2020c, abril). Herramienta de Análisis de Decisiones de Política Alimentaria y Agrícola (FAPDA). Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura.

FAO. (2020d, abril). Nueva enfermedad por coronavirus (COVID-19). Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

FLAR. (2020). Datos de producción y consumo de arroz para América Latina. Observatorio del Arroz para América Latina.

IICA. (2020a, febrero 4). Medidas de política y acciones del sector agroalimentario frente al COVID-19. Blog del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura(IICA).

IICA. (2020b, marzo 31). Vulnerabilidad alimentaria ante el COVID-19. Blog del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura(IICA).

OIT. (2020). Observatorio de la OIT – segunda edición: El COVID-19 y el mundo del trabajo (El COVID-19 y el mundo del trabajo) [Segunda edición]. Organización Internacional del Trabajo.