Press and News Una mejor salud –de las personas y el planeta– crece en los árboles

Smallholder farmers such as this Brazil nut harvester stand to benefit. Credit: R.Brouwer.

Los árboles frutales tropicales pueden mejorar la salud, reducir el hambre, incrementar los ingresos y combatir el cambio climático. Entonces, ¿por qué no los cultivamos más y no los consumimos más?

Dos de los mayores problemas de la humanidad (la crisis climática y unos hábitos alimenticios pésimos) se pueden remediar, en parte, con una solución saludable: un mayor consumo de alimentos que crecen en árboles, en especial los tropicales. Aunque las tendencias globales de la agricultura y las dietas no son fácilmente reversibles, los científicos dicen que crear incentivos para cultivar y consumir más mango, aguacate (palta) y nueces de Brasil (y docenas más de alimentos procedentes de árboles que la mayoría de la gente no ha oído mencionar nunca) puede ser alcanzable y sostenible.

En su estudio publicado en People and Nature, los investigadores describen las innumerables posibilidades en el ámbito nutricional, económico y de salud ambiental al incrementar la producción y consumo de frutas tropicales. Presentan un panorama de los beneficios de los alimentos obtenidos de árboles, en materia de nutrición y analizan las barreras y riesgos de ampliar la escala de la oferta a nivel mundial.

“Sembrar el tipo adecuado de árboles en el lugar indicado puede proporcionar alimentos nutritivos para mejorar las dietas de manera sostenible, junto con otros servicios ecosistémicos valiosos, como el secuestro de carbono”, comentó Merel Jansen, autor principal de ETH Zurich y el Centro Internacional de Investigación Forestal (CIFOR). “También puede contribuir en temas de desarrollo relacionados con reducción de la pobreza, conservación de la biodiversidad y seguridad alimentaria”.

A pesar de la diversidad de plantas comestibles (hay más de 7000 ) el fundamento del sistema alimentario mundial es sorprendentemente podo diverso. Casi la mitad de las calorías que consumen los seres humanos provienen de tan solo cuatro cultivos: trigo, arroz, caña de azúcar y maíz. El consumo excesivo de estos alimentos con alto contenido energético, pero un pobre contenido de nutrientes, en combinación con un consumo insuficiente alimentos más nutritivos, ha contribuido significativamente a la desnutrición, que afecta a unos dos mil millones de personas. Asimismo, su cultivo ha causado la pérdida generalizada de biodiversidad y ha contribuido al cambio climático.

Las nueces de Brasil son solo un ejemplo reconocible de un alimento de origen arbóreo altamente nutritivo.

Por estas razones, los expertos hacen un llamado a la transformación de los sistemas alimentarios mundiales y al consumo de alimentos que ofrezcan beneficios nutricionales, ambientales y para la salud, de manera simultánea. Puesto que las especies de árboles tropicales, que posiblemente sobrepasan las 50,000, cuentan con este potencial, pueden ser una parte fundamental de la solución, dicen los autores.

El aprovechamiento de la diversidad y conocimiento local de las especies de árboles en paisajes tropicales ofrece una excelente solución natural para la creciente demanda de dietas sostenibles, saludables y diversificadas y para revalorizar las especies nativas de árboles y prácticas agrícolas locales”, manifestó Chris Kettle, investigador principal de este trabajo, de ETH Zurich y la Alianza de Bioversity International y el CIAT.

Cientos de millones de pequeños agricultoresen el mundo, quienes a menudo han sido dejados de lado por la industrialización de los sistemas alimentarios, tienen el potencial de convertirse en actores clave en la transformación de los sistemas alimentarios. Con la medida correcta de incentivos, inversiones y participación, las fincas de pequeños productores podrían ampliar su alcance para producir más alimentos saludables y al mismo tiempo diversificar sus fuentes de ingreso.

Los grupos marginados y las mujeres también resultarían beneficiados de alimentos provenientes de los árboles, especialmente cuando estos se cosechan de árboles que no han sido sembrados, sino crecen de manera espontánea o cuentan con un potencial de regeneración natural que se puede manejar. Esto es, en parte, debido a que las mujeres agricultoras en general tienen poco acceso a tierra, crédito y otros bienes.

Existen muchas oportunidades claras para incorporar árboles productores de alimento en los paisajes. En la mayor parte de tierras cultivables del mundo no se incorporan árboles, pero tienen un gran potencial para ello. Además, grandes extensiones de tierra en el trópico se han despejado para dar paso a la agricultura y luego han sido abandonadas; de manera que se podrían llevar a cabo esfuerzos coordinados que incluyan el establecimiento de sistemas agroforestales bajo manejo sostenible.

Los árboles de castaña ejemplifican el concepto de conservación a través del uso sostenible. Crédito: E.Thomas

Evitar dificultades

Una mayor demanda de productos provenientes de árboles presenta posibles desventajas. El establecimiento de plantaciones industriales de cacao en África occidental y de plantaciones de palma africana en el sureste de Asia ha ocasionado la deforestación de paisajes, ha degradado suelos, afectado la biodiversidad y aumentado las emisiones de carbono. Las fincas de aguacate (palta) , rentables gracias al aumento de la demanda al norte de su frontera, recientemente han sido blanco del crimen organizado. La dependencia de un solo producto puede llevar a crisis generalizadas cuando los precios caen, tal como sucedió a los productores cacaoteros de Costa de Marfil.

“Es necesario combinar intervenciones por parte del Estado, los mercados y la sociedad civil a lo largo de toda la cadena de suministro, desde productores a consumidores, para garantizar que los aumentos de la demanda sean atendidos por sistemas productivos sostenibles que sean diversos y no impliquen una deforestación a gran escala u otros efectos secundarios no deseados”, dijo Jansen.

Para que la producción de alimentos provenientes de árboles forme parte integral de la transformación del sistema alimentario mundial, los autores proponen lo siguiente:

  • Demanda del consumidor: es necesario que llegue más información sobre alimentos provenientes de árboles a los consumidores. “Para cambiar las dietas radicalmente, será necesario implementar campañas extensivas de cambios del comportamiento, sobre todo para aumentar el consumo de alimentos nutritivos y saludables subutilizados”, dicen los autores.
  • Tenencia de la tierra: la inseguridad en los derechos de tenencia de la tierra representa una barrera para la implementación de sistemas de producción de alimentos basados en el aprovechamiento de árboles. Estos son de particular importancia, porque los cultivos arbóreos requieren incurrir en considerables gastos iniciales y el retorno a la inversión puede tomar años. Los derechos seguros sobre la tierra se consideran un factor clave para superar estas barreras..
  • Costos de inversión y periodo de amortización : el intercalado con cultivos anuales, el pago por servicios ecosistémicos, la reorientación de subsidios para cultivos anuales y la provisión de microcréditos para el establecimiento de sistemas con cultivos arbóreos puede crear oportunidades de financiamiento que ayuden a mitigar los altos costos de inversión y los largos periodos de amortización.
  • Desarrollo de la cadena de suministro: el desarrollo de cadenas de suministro para productos que pueden llegar a ser populares es esencial para que las comunidades rurales tengan acceso a los mercados. Tanto ONG como inversionistas privados y el sector privado pueden contribuir con esto.
  • Conservación de recursos genéticos: la inversión en la conservación de los recursos genéticos que sustentan la diversidad es necesaria para que prosperen los sistemas con cultivos arbóreos. Además, es necesario disponer de fuentes de semilla y plántulas para poder establecer fincas con cultivos arbóreos.
  • Desarrollo tecnológico : el desarrollo de métodos de propagación, técnicas de siembra y tecnologías poscosecha para árboles que actualmente no están domesticados puede ayudar a utilizar de mejor manera la enorme diversidad de árboles en nuestros sistemas alimentarios.
  • Diversificación: para evitar las dificultades que representan los sistemas de monocultivo, incluidas las crisis de precios y la degradación ambiental, los sistemas sostenibles con cultivos arbóreos deben incluir diversidad de plantas y cultivos.

Los pequeños agricultores como este recolector de nueces de Brasil se beneficiarán. Crédito: R.Brouwer.