Fomento de prácticas ganaderas sostenibles mediante la valoración de los servicios ecosistémicos
Research Articles
A medida que el mundo se enfrenta a crecientes desafíos medioambientales, la necesidad de prácticas ganaderas sostenibles es más urgente que nunca. En respuesta a ello, un equipo multidisciplinar de investigadores internacionales de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI, por sus siglas en inglés), y el Centro Internacional para la Investigación Agrícola en las Zonas Áridas (ICARDA, por sus siglas en inglés) han desarrollado un marco integral para evaluar los servicios ecosistémicos en la ganadería, con el objetivo de promover prácticas que equilibren los objetivos ambientales, económicos y sociales.
Servicios ecosistémicos en la ganadería
La ganadería es responsable de la generación de una serie de servicios ecosistémicos que contribuyen no solo a la seguridad alimentaria, sino también a la resiliencia del medio ambiente. Estos servicios incluyen la producción de alimentos y piensos, el secuestro de carbono, la mejora de la fertilidad del suelo, la regulación microclimática y la conservación de la biodiversidad. Los sistemas ganaderos, cuando se gestionan de forma sostenible, favorecen la salud de los ecosistemas y proporcionan beneficios que van mucho más allá de la producción agrícola.
Sin embargo, no se puede ignorar el impacto medioambiental de la ganadería intensiva. El sobrepastoreo, la degradación del suelo, el consumo excesivo de agua y las emisiones de metano son solo algunos de los problemas que plantean las prácticas no sostenibles. Para mitigar estos impactos, es esencial adoptar sistemas agrícolas que mejoren los servicios ecosistémicos y reduzcan al mismo tiempo las huellas medioambientales negativas. Aquí es donde el Grupo Asesor sobre Servicios Ecosistémicos de CGIAR, que forma parte de la Iniciativa Ganadería y Clima (L&C, por sus siglas en inglés) de CGIAR y de los Programas Científicos de CGIAR Paisajes Multifuncionales (MFL, por sus siglas en inglés) y Alimentos Animales y Acuáticos Sostenibles (SAAF, por sus siglas en inglés), ha realizado una importante contribución al proponer una metodología integral para evaluar y optimizar estos servicios en los sistemas ganaderos de los trópicos y subtrópicos globales.

Un enfoque global: la estrategia de valoración integral
La estrategia de valoración integral representa un enfoque integral para comprender y gestionar toda la gama de servicios ecosistémicos de la ganadería. Al combinar las dimensiones ecológica, económica y social, la estrategia ofrece una visión global de cómo la ganadería influye en el medio ambiente y cómo puede adaptarse a él. Este marco no solo permite evaluar los intercambios, sino también identificar las posibles sinergias entre la producción ganadera y la conservación del medio ambiente.
Una de las principales ventajas de adoptar este enfoque es su capacidad para poner de relieve el potencial económico de las prácticas sostenibles. Por ejemplo, se ha demostrado que el secuestro de carbono mediante sistemas silvopastoriles – en los que los árboles se integran con los pastos – aumenta significativamente el almacenamiento de carbono tanto en los árboles como en el suelo. Al mismo tiempo, la reducción de las emisiones de metano mediante mejoras en la dieta puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando la huella medioambiental global de los sistemas ganaderos. Además, las prácticas que mejoran la fertilidad del suelo y potencian la regulación microclimática (como proporcionar sombra a los animales) conducen a unos ecosistemas más sanos y a unos sistemas ganaderos más resilientes.
El valor de los servicios ecosistémicos no es solo teórico. En muchos casos, estos servicios pueden suponer beneficios económicos tangibles para los agricultores. Por ejemplo, los sistemas silvopastoriles no solo reducen la necesidad de fertilizantes químicos al mejorar la calidad del suelo, sino que también aumentan la productividad de las fincas al crear mejores condiciones para el ganado. Este tipo de sistema agrario integrado ofrece una solución beneficiosa para todos: aumenta los beneficios económicos de los agricultores al tiempo que protege el medio ambiente.

Estudios de caso: América Latina y África
Para demostrar la aplicación práctica del marco de valoración integral, se han llevado a cabo estudios de campo en Colombia, Kenia y Túnez, que muestran el impacto en el mundo real de las prácticas ganaderas sostenibles.
En Colombia, por ejemplo, la investigación sobre sistemas silvopastoriles ha demostrado que la integración de los árboles con los pastos proporciona múltiples beneficios: reduce las emisiones de metano, mejora las condiciones microclimáticas (lo que aumenta la productividad) y mejora el secuestro de carbono. Se ha demostrado que estos sistemas aumentan la rentabilidad de la producción de carne de res al tiempo que mejoran la sostenibilidad ambiental de las prácticas ganaderas. Los resultados indican que la incorporación de árboles a los sistemas de pastoreo puede reducir las emisiones de metano en aproximadamente 0,63 gramos de CO2 equivalente por kilogramo de ganancia de peso vivo, lo que contribuye significativamente a la mitigación del cambio climático.

Vaca pastando rodeada de árboles en Caquetá, Colombia. Créditos: CIAT / Anny Yedra
En Kenia, estamos llevando a cabo una investigación para evaluar las repercusiones medioambientales, económicas y sociales de la implantación de pastos mejorados en la ganadería lechera. Esta investigación subraya el papel fundamental de la gestión de los pastos en la reducción de la huella de carbono de la producción de leche. Mediante la integración de sistemas de pastos mejorados con mejores prácticas de pastoreo, los ganaderos han logrado mayores rendimientos lácteos al tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Evaluaciones económicas anteriores en Colombia indican que estas intervenciones sostenibles no solo mitigan el impacto ambiental de la ganadería lechera, sino que también mejoran la viabilidad financiera de las pequeñas fincas, aumentando su resiliencia al cambio climático. Un estudio de valoración social realizado con 46 ganaderos lecheros kenianos exploró más a fondo sus conocimientos, percepciones y voluntad de adoptar estrategias de mitigación del cambio climático. Los resultados revelan que, aunque los ganaderos son conscientes y se preocupan por el cambio climático, su capacidad de actuación se ve limitada por la escasez de recursos y la falta de preparación. Entre las estrategias de mitigación más favorecidas estaban el cultivo de forraje con híbridos de Urochloa y la mejora de las prácticas de gestión del rebaño, mientras que la gestión del estiércol resultaba menos atractiva. El estudio subraya la apremiante necesidad de iniciativas de capacitación, como programas de formación y apoyo financiero, para capacitar a los agricultores en la aplicación efectiva de estrategias de mitigación del cambio climático.

Brachiaria lista para la cosecha en el condado de Homa-bay, Kenia. Créditos: ILRI / R. Jumah
Túnez, con sus sistemas silvopastoriles mediterráneos, es otro ejemplo en el que las prácticas ganaderas sostenibles están mejorando la resiliencia de los ecosistemas. Los estudios han demostrado que la adopción de prácticas innovadoras de gestión del uso de la tierra, como la introducción de especies forrajeras autóctonas y la mejora de los sistemas de pastoreo, contribuye a restaurar la salud del suelo, mejorar la cubierta vegetal y aumentar la productividad ganadera. Además, estas prácticas apoyan la capacidad del ecosistema para proporcionar servicios como la regulación del agua y el almacenamiento de carbono, contribuyendo a la sostenibilidad tanto medioambiental como socioeconómica.
Seguir avanzando: ampliación y perfeccionamiento de las metodologías
Dado que el sector ganadero se enfrenta a crecientes presiones derivadas del cambio climático y el agotamiento de los recursos, la necesidad de intervenciones sostenibles nunca ha sido más urgente. La estrategia de valoración integral ofrece una vía clara para evaluar y aplicar estas intervenciones a escala mundial. Basándose en el éxito de los estudios de caso actuales, el equipo de investigación, como parte de los Programas Científicos de CGIAR sobre Paisajes Multifuncionales (MFL) y Alimentos Animales y Acuáticos Sostenibles (SAAF), planea ampliar el alcance de sus esfuerzos, perfeccionando sus metodologías y ampliando su trabajo en toda América Latina, África y más allá.
En los próximos años, la atención se centrará en ampliar la investigación sobre otros servicios ecosistémicos, como la reducción del consumo de agua y la conservación de la biodiversidad. Perfeccionar los métodos de valoración ayudará a integrar toda la gama de servicios ecosistémicos en las prácticas ganaderas, apoyando políticas e intervenciones que promuevan la sostenibilidad a largo plazo. La participación de las partes interesadas, incluidos los ganaderos, los responsables políticos y las organizaciones ecologistas, será crucial para ampliar estas prácticas y garantizar su adopción generalizada.
Este planteamiento no consiste únicamente en reducir el impacto negativo de la ganadería, sino en transformar el sector en un motor de la sostenibilidad medioambiental. Mediante la integración de los servicios ecosistémicos en las prácticas agrícolas, la producción ganadera puede convertirse en un componente clave de la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de la tierra.
Conclusiones: un futuro sostenible para la ganadería
El trabajo realizado por el Grupo Asesor sobre Servicios Ecosistémicos de CGIAR supone un paso crucial hacia una ganadería sostenible que proteja tanto el medio ambiente como a las personas que dependen de ella. Mediante la adopción del marco de valoración integral, la ganadería puede evolucionar hacia un sistema que no solo alimente al mundo, sino que también salvaguarde su futuro. Al equilibrar la sostenibilidad ambiental con la productividad económica, la ganadería puede convertirse en una poderosa herramienta para combatir el cambio climático, proteger los ecosistemas y fomentar sistemas agrícolas resilientes en todo el mundo.
A medida que el mundo sigue lidiando con los efectos del cambio climático, la necesidad de prácticas sostenibles y regenerativas en la agricultura se hace cada vez más urgente. Nuestro trabajo proporciona una hoja de ruta para transformar la ganadería en un actor clave en el esfuerzo global por crear un sistema alimentario más sostenible, equitativo y resiliente.
Agradecimientos
Este trabajo se llevó a cabo como parte de la Iniciativa Ganadería y Clima (L&C) de CGIAR y los Programas Científicos Paisajes Multifuncionales (MFL) y Alimentos Animales y Acuáticos Sostenibles (SAAF) de CGIAR. Agradecemos a todos los donantes que apoyan globalmente nuestro trabajo a través de sus contribuciones al Sistema de CGIAR. Los puntos de vista expresados en este documento no pueden ser tomados como los puntos de vista oficiales de estas organizaciones.
Para saber más


