From the Field ¿Cómo puede una hamburguesa de fríjoles ayudar a combatir el hambre oculta?

Un chef, un científico y un periodista entran en una cafetería y piden una hamburguesa de fríjoles biofortificada...

Más de 3.000 millones de personas en todo el mundo padecen hambre oculta, un trastorno en el que las personas consumen suficientes calorías al día pero carecen de micronutrientes esenciales como el hierro y el zinc.

Desde 2002, investigadores de la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) han estado desarrollando cultivos básicos ricos en nutrientes y buscando formas de integrarlos en los alimentos populares.

Un resultado de este trabajo ha sido la colaboración entre un investigador y un chef para elaborar una hamburguesa vegana con un fríjol rico en zinc y hierro. El periodista científico Andrew Wight fue a Dulcinea Café Vintage en los frondosos suburbios del norte de Cali, Colombia, y se sentó con la investigadora principal del CIAT, Sonia Gallego, y con el dueño del restaurante vegano y chef, Leonardo Carrara, para hablar sobre el proyecto y probar la hamburguesa en sí.

 

La siguiente entrevista ha sido traducida y editada por extensión y contenido.

Andrew Wight: ¿De dónde surgió la idea de esta hamburguesa vegana?

Leonardo: Me encantan las hamburguesas y cuando me hice vegano más adelante, las hamburguesas fueron una de las últimas cosas que cambié. Desde que abrí Dulcinea hace unos años, he estado buscando ingredientes para hacer una hamburguesa vegana que fuera nutritiva y supiera bien y que nadie pudiera decir "esto no me gusta". Entonces, un día, la solución entró literalmente por la puerta: unos investigadores del CIAT vinieron a comer y me hablaron del fríjol biofortificado en el que estaban trabajando, y me di cuenta de que tenía el potencial para perfeccionar nuestra hamburguesa vegana.

Andrew Wight: Sonia, entiendo que este fríjol especial es el producto de tu trabajo en biofortificación. ¿En qué se diferencia, por ejemplo, de la harina a la que se le añaden vitaminas?

Sonia Gallego: La fortificación es un proceso en el que las industrias alimentarias pueden añadir micronutrientes a los alimentos durante su procesamiento, para compensar la falta de estos nutrientes en la dieta local o para restaurar algo perdido durante el procesamiento.

Pero la biofortificación consiste en reproducir selectivamente un cultivo, como los fríjoles, hasta obtener semillas que ya contienen altos niveles de los nutrientes deseados. A partir de ese momento, basta con plantar la semilla para que el cultivo contenga más hierro y zinc en su grano, lo que significa que las personas que lo consumen obtienen más de esos minerales en su dieta. En el caso de los fríjoles biofortificados, el contenido en hierro se mantiene durante el procesamiento, de modo que dondequiera que uses esos fríjoles, por ejemplo, en una hamburguesa vegana, ese hierro permanece intacto de principio a fin.

Andrew Wight: ¿Cuál es el objetivo final de estos alimentos biofortificados?

Sonia Gallego: Un gran objetivo de nuestro programa es fortalecer los resultados nutricionales de los agricultores y sus familias en las zonas rurales. Por eso tenemos que llegar a ellos con productos que procedan de sus alimentos básicos cotidianos: tenemos fríjoles, arroz, yuca y maíz biofortificados. La hamburguesa es otra forma de demostrar cómo nuestros productos pueden llegar del campo al plato, y ver a la gente aquí comiendo hamburguesas hechas con nuestros fríjoles es muy satisfactorio, ¡como ver a tus hijos ya crecidos!

Leonardo: Con esto, ¡a comer!

Andrew: Pues tiene un color oscuro y carnoso, una jugosidad como una hamburguesa de res, y tiene una textura más parecida a la carne de lo que me esperaba. En general, está deliciosa.

Datos de interés:

¿Qué es la biofortificación de cultivos básicos?

  • La biofortificación de cultivos básicos es una solución eficaz, impulsada por la demanda, para el hambre oculta, especialmente para las familias de pequeños agricultores que consumen principalmente lo que cultivan, no pueden permitirse dietas diversas y es difícil llegar a ellas con programas de fortificación o suplementación de alimentos.
  • Ocho variedades biofortificadas de fríjol, arroz, maíz y batata ya están registradas y disponibles en Colombia para producción y consumo.
  • Como parte del impacto de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, se han distribuido más de 115.000 kg de semillas biofortificadas, beneficiando a más de 50.000 familias rurales colombianas.

Más recetas

Con el fin de lograr un mayor impacto nutricional en las poblaciones locales a través de productos alimenticios más nutritivos, la Alianza ha elaborado un recetario en el que se utilizan cultivos biofortificados como ingredientes o materias primas para aumentar su valor nutricional. Esta publicación ofrece recetas fáciles y saludables para la preparación de alimentos biofortificados:

 

Más proyectos de biofortificación
Hay muchas iniciativas de biofortificación en marcha en la Alianza de Bioversity International y el CIAT.

Teff:
Un estudio analizó el efecto de los fertilizantes de Zn, Se y N, la posición del paisaje y su interacción con los fertilizantes de micronutrientes sobre las concentraciones de micronutrientes en grano en teff.

Arroz:
Una subasta experimental en Colombia para determinar la percepción comunitaria y el conocimiento sobre el arroz biofortificado.

Yuca:
Un paso inicial en la aplicación del mejoramiento genético asistido por genómica en la línea de producción de yuca biofortificada, para orientar el uso de la selección genómica en el futuro.

Fríjoles:
Un artículo en perspectiva ofrece detalles sobre las técnicas de biofortificación destinadas a mejorar el contenido de hierro en los fríjoles comunes, un cultivo básico importante para abordar la deficiencia de hierro en poblaciones que dependen de dietas basadas en plantas.

La hamburguesa vegana de Dulcinea Café Vintage en Cali, Colombia.

Foto Banner: Alianza Bioversity y CIAT. La investigadora principal Sonia Gallego y el chef vegano Leonardo Carrara. Fotografía: Andrew J Wight.

Científico