Mantener las prioridades fundamentales en investigación sobre arroz

Casi todos los avances científicos aplicables comienzan con una pregunta sencilla y un objetivo a veces “imposible”. Todos los éxitos del laboratorio de arroz de la Alianza tienen sus raíces en investigación básica.

Cuando llegué a CGIAR en 2004, sabíamos exactamente lo que hacíamos. Sin embargo, no sabíamos hacia dónde nos estaba llevando la investigación. 

Yo era una universitaria estudiando marcadores moleculares en especies silvestres de arroz. Los ambientes en que se cultivaban sugerían que aquellas especies poseían genes que permitían a las plantas crecer en entornos adversos. Encontrar los marcadores era fundamental para comprender cómo lo lograban. 

El siguiente reto era cruzar variedades silvestres de arroz con sus parientes domesticadas y así introducir naturalmente esos rasgos de tolerancia al cultivo. Para sorpresa nuestra, lo conseguimos. Probablemente era uno de los primeros logros de este tipo. 

Quince años después, este trabajo ha mejorado los campos de arroz de cientos de miles de agricultores en toda América Latina. Esto resalta el valor de la investigación básica de CGIAR en el ámbito científico, la cual debe seguir siendo una prioridad en Un CGIAR. 

Adopción a gran escala

Quizá el mayor éxito de nuestra investigación en 2020 fue la decisión de Colombia de no considerar el arroz obtenido mediante edición génica un organismo genéticamente modificado “típico” u OGM, que por lo general son malinterpretados. 

Nuestro arroz producto de edición génica solo utiliza el ADN original del organismo. El ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) autorizó la siembra a campo abierto de las primeras variedades de arroz con edición génica para resistencia al tizón bacteriano. La edición se llevó a cabo con CRISPR, que significó el Premio Nobel de Química a dos mujeres en 2020. 

El año pasado, Fedearroz, la  Federación Nacional de Arroceros, registró dos híbridos de la Alianza que se desarrollaron para aumentar la resiliencia al estrés climático y plagas. Estos primeros dos híbridos de arroz registrados en Colombia se obtuvieron en tiempo récord, en comparación con el tiempo de desarrollo de híbridos de arroz de 9 años, por el consocio HIAAL.  

Asimismo, liberamos el primer arroz biofortificado de Colombia a Fedearroz y la Universidad de Córdoba. Esta variedad con alto contenido de zinc también se entregó a los agricultores como parte de la respuesta de CGIAR ante la COVID-19. 

Invernaderos hoy para un mañana más caluroso

Hoy en día, conocemos las prioridades con mayor precisión: necesitamos que el arroz sea más tolerante a estrés térmico sin sacrificar rendimiento, valor nutritivo y calidad. Necesitamos variedades que requieran menos agua y emitan menos metano, que calienta el planeta. 

No debemos perder nuestro enfoque en la investigación básica, particularmente en América Latina. Las instalaciones de la Alianza para arroz son las únicas de su tipo en la región. Los científicos necesitan tiempo para efectuar y responder las preguntas básicas que serán críticas para un futuro sin hambre, de la misma manera en que lo han hecho en el pasado. 

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MEJORAMIENTO DE CULTIVOS

Aspectos destacados de la investigación

Los campos irrigados pueden aportar enormes beneficios a los agricultores que dependen de la lluvia 

La Alianza y el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR) publicaron un estudio sobre cómo la captación de agua en Nicaragua y México, combinada con prácticas inteligentes de gestión de los cultivos, permitió a los pequeños y medianos agricultores aumentar sus rendimientos de arroz, maíz, fríjol y cultivos de alto valor entre dos a cuatro veces en comparación con los rendimientos históricos obtenidos en condiciones de secano.